Líderes aliados presionan a Rusia por alto el fuego en cumbre de Alaska

Líderes aliados presionan a Rusia por alto el fuego en cumbre de Alaska

La Coalición de Voluntarios, liderada por Francia, el Reino Unido y Alemania, urgió a Moscú a aceptar un cese de hostilidades en el encuentro del viernes en Alaska. Los líderes reafirmaron que no habrá concesiones territoriales sin Kiev y se declararon listos para reforzar la seguridad ucraniana con una fuerza internacional una vez logrado el acuerdo

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Política 14.08.2025

En un contexto de creciente tensión y conflictos geopolíticos, los aliados de Ucrania, agrupados en la Coalición de Voluntarios, han hecho un firme llamado a intensificar las sanciones contra Rusia si el presidente Vladimir Putin no acepta un alto el fuego en el inminente encuentro en Alaska con el presidente estadounidense Donald Trump. Este anuncio se produce tras una videoconferencia de líderes europeos y aliados, donde se discutieron las medidas necesarias para garantizar la seguridad y estabilidad en la región.


La reunión, presidida por los líderes de Francia, el Reino Unido y Alemania, así como el presidente ucraniano Volodimir Zelensky y otros dignatarios, reafirmó el compromiso de la Coalición de Voluntarios con la defensa de Ucrania. El comunicado que siguió a la videoconferencia subrayó la necesidad de que las fuerzas armadas ucranianas operen sin restricciones y que la influencia rusa no imponga límites al proceso de integración de Ucrania en la Unión Europea y la OTAN.


La declaración conjunta enfatiza que “no se deben modificar las fronteras internacionales por la fuerza”, lo que refleja una postura firme en defensa de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Este enfoque es crucial para las negociaciones de paz, que deberán iniciarse únicamente sobre la base de un cese real de hostilidades, una condición que los líderes aliados consideran indispensable para cualquier avance hacia la resolución del conflicto.


Las expectativas para la cumbre en Alaska son altas, y los aliados europeos han dejado claro que la disposición de Rusia para aceptar un alto el fuego será un factor determinante. “Si no hay movimiento por parte de Rusia en Alaska”, advirtió el canciller alemán Friedrich Merz, “entonces Estados Unidos y nosotros, los europeos, debemos y tenemos que aumentar la presión”. Esta declaración refleja la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta firme ante la intransigencia rusa.


Donald Trump, quien se prepara para este encuentro crucial, ha manifestado que su principal objetivo es lograr un alto el fuego en Ucrania. Ha dejado claro que no se negociarán cesiones territoriales sin la participación activa del presidente Zelensky, lo que marca un cambio significativo en su enfoque respecto a conflictos anteriores. Emmanuel Macron, en la rueda de prensa posterior, subrayó la importancia de esta postura al afirmar que “las cuestiones territoriales que competen a Ucrania solo serán negociadas por el presidente ucraniano”.


La participación de Estados Unidos es vista como un elemento vital para las futuras garantías de seguridad de Ucrania. Sin embargo, Macron también ha señalado que Trump no contempla la implicación de la OTAN en estas medidas, lo que podría generar fricciones dentro de la alianza atlántica. “La OTAN no debe formar parte de estas garantías”, afirmó Macron, sugiriendo que la seguridad de Ucrania debe manejarse de manera más directa y bilateral con los aliados cercanos.


La Coalición de Voluntarios se ha organizado desde principios de año con el objetivo de apoyar militarmente a Ucrania y articular un marco de garantías de seguridad a futuro. En este sentido, han reiterado su disposición a desplegar una fuerza de paz en territorio ucraniano, pero solo en el contexto de un alto el fuego. Este planteamiento indica una clara intención de actuar no solo como un respaldo militar, sino también como mediadores para la estabilidad en la región.


Mientras tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado de “buena” la llamada entre Trump y Zelensky, sugiriendo que ha contribuido a establecer un terreno común para avanzar en la situación ucraniana. Además, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha manifestado que tanto europeos como estadounidenses están “unidos” en el objetivo de poner fin al conflicto y alcanzar una paz duradera.


El presidente Zelensky ha sido claro en su postura, aseverando que Putin “está yendo de farol” y que su verdadera intención no es buscar la paz. Del mismo modo, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha expresado su optimismo en que se pueda alcanzar un alto el fuego, gracias a la mediación de Trump. Esta dinámica pone de manifiesto la delicada naturaleza de las negociaciones y la necesidad de involucrar a Ucrania en cualquier discusión sobre el futuro del conflicto.


La cumbre de Alaska, que no contará con la presencia de Ucrania ni de la Unión Europea, se perfila como un momento crucial que podría definir el rumbo de la guerra y la estabilidad regional. Con la comunidad internacional atenta, la apertura de Rusia para negociar un cese de hostilidades se convierte en una cuestión de vital importancia para determinar si se podrá avanzar hacia una resolución pacífica del conflicto o si, en cambio, se intensificará la ofensiva militar en la región.

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