Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

El proyecto del eje Callao-Chancay ha tomado un papel protagónico en la agenda económica de Perú, con la ambición de convertir al país en un hub logístico, industrial y exportador de relevancia en la región. Sin embargo, la viabilidad de este ambicioso plan no es una línea recta hacia el éxito. Según el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), la consolidación de esta idea depende, fundamentalmente, de la creación de un sistema de gobernanza robusto y sostenido en el tiempo.
Durante un reciente foro organizado por la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Felipe Manchón Contreras, consultor de la CAF, subrayó la importancia de una gobernanza efectiva para el desarrollo del eje Callao-Chancay. Este sistema debe articular de manera efectiva al Gobierno nacional con los gobiernos locales, así como con el sector privado y académico, creando un consenso que permita la ejecución de proyectos y estrategias a largo plazo. Sin esta base sólida, el avance hacia una fase más avanzada de desarrollo es incierto.
Manchón destacó que existen ejemplos internacionales que demuestran cómo la falta de una gobernanza eficaz puede obstaculizar el progreso. Casos de hubs logísticos en lugares como Singapur, Uruguay y Corea del Sur han fracasado en alcanzar su potencial debido a un liderazgo insuficiente. "Sin una gobernanza robusta y sostenida, será altamente improbable alcanzar los objetivos estratégicos", advirtió el consultor, poniendo de manifiesto la necesidad crítica de establecer un marco regulatorio y de coordinación que asegure el éxito del proyecto.
Además de la gobernanza, el estudio de CAF identificó otros desafíos que amenazan el avance del eje Callao-Chancay. Uno de los problemas más relevantes es la congestión existente en el puerto del Callao, que opera en condiciones de alta demanda y limitaciones operativas. Esta situación se traduce en demoras y costos adicionales que afectan no solo a las operaciones portuarias, sino también a la competitividad de todo el sistema logístico en el país.
La conectividad terrestre entre Callao y Chancay también ha sido señalada como un punto crítico. La insuficiencia de infraestructuras adecuadas para el transporte de mercancías entre estos dos puntos puede frenar el flujo de operaciones, limitando la capacidad de respuesta ante la demanda del mercado. La integración de ambos puertos es esencial para que funcionen de manera eficiente y complementaria.
Un aspecto adicional que genera preocupación es la especulación en la zona de Chancay, que ha llevado a un aumento artificial en los precios del suelo. Este fenómeno no solo complica el desarrollo industrial en la región, sino que también puede desincentivar la inversión extranjera y local, así como la llegada de empresas que buscan establecerse en un entorno competitivo y con costos razonables.
La fase de maduración del proyecto, que se estima durará entre cuatro y ocho años, busca precisamente optimizar la operación conjunta de los puertos de Callao y Chancay. Durante este periodo, es fundamental que se establezcan las bases para una colaboración efectiva entre las diferentes instancias involucradas, desde el gobierno hasta las empresas y la academia. Solo así se podrá avanzar hacia la fase de grandes resultados, donde se espera la llegada constante de empresas de servicios industriales y tecnología de valor.
El tiempo es un factor determinante en la evolución del eje Callao-Chancay. Cada fase debe ser cuidadosamente planificada y ejecutada para evitar tropiezos que puedan retrasar el progreso y la consolidación del proyecto. La presión para avanzar es alta, dado que la competencia en la región por convertirse en un hub logístico es feroz, y otros países están también invirtiendo en mejorar sus infraestructuras y sistemas de gobernanza.
Las expectativas son grandes, pero también lo son los retos. La capacidad de Perú para convertirse en un líder regional en logística y exportación dependerá de su habilidad para unir esfuerzos, construir alianzas efectivas y fomentar un entorno donde las inversiones sean viables y atractivas. Así, el eje Callao-Chancay podría convertirse en un modelo de desarrollo sostenible y exitoso, en lugar de un proyecto estancado por la falta de coordinación y planificación.
A medida que avanzamos, será crucial no perder de vista la importancia de una gobernanza sólida y la necesaria inversión en infraestructura. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo, Perú podrá alcanzar sus ambiciosos objetivos y asumir su lugar en el escenario logístico y exportador de la región.
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Desafíos Y Expectativas Del Eje Callao-Chancay En La Agenda Económica De Perú




