ANIN enfrenta desafíos tras paralización de 21 proyectos de infraestructura clave

La Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) se encuentra en una encrucijada desafiante tras la decisión de paralizar más de 20 proyectos que había heredado de la Autoridad Para la Reconstrucción con Cambios (ARCC). Esta paralización, anunciada durante el segundo semestre de 2025, ha planteado interrogantes sobre el futuro de la infraestructura en el país, particularmente en el área de influencia del puerto de Chancay, donde se preveía la ejecución de 21 proyectos con una inversión proyectada de S/ 817 millones.

El contexto de esta situación se agrava con la recomendación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que ha instado a la ANIN a repriorizar su cartera de inversiones. Mario Ríos, asesor de la jefatura de la ANIN, ha destacado que, a pesar de la presión social y de las autoridades locales para avanzar con estos proyectos, la entidad no puede proceder con nuevas iniciativas debido a la necesidad de concentrarse en los proyectos ya existentes. "Al ser proyectos nuevos, entraba a tallar lo que pidió el MEF: lo nuevo no avanza, porque solo corresponde dar continuidad a los proyectos que ya se tenían", explicó Ríos.

La ANIN ha manifestado su disposición a colaborar con ProInversión para explorar la posibilidad de que estos 21 proyectos se ejecuten como Asociaciones Público-Privadas (APP). Esta asociación podría ser clave para desbloquear el avance de los proyectos, ya que la ANIN actúa como contraparte en las etapas previas necesarias para que una APP funcione. "Las APP están avanzando bastante hoy en Perú, la ANIN podría ser la contraparte que también se requiere para las etapas previas que pueden hacer que una APP funcione", agregó Ríos.

El interés en dar vida a estos 21 proyectos también fue respaldado por la Autoridad Nacional Autónoma del puerto de Chancay, que había planteado en comunicaciones anteriores la posibilidad de avanzar en esta dirección. Sin embargo, las complicaciones con la cartera heredada de la ARCC han generado incertidumbre sobre el horizonte de ejecución de estos proyectos, que se espera que se maneje en 2026.

Ríos enfatizó que las dificultades financieras son un factor crítico en este proceso. La ANIN ha solicitado al MEF un total de S/ 1,921 millones para financiar los proyectos en su cartera, pero hasta la fecha han recibido solo S/ 317 millones, lo que limita su capacidad para avanzar. Este contexto presupuestario plantea un desafío adicional, ya que se estima que la ANIN tendrá menos recursos disponibles en los próximos años, con un tope de S/ 2,900 millones en 2026.

La paralización de los proyectos heredados ha tenido un impacto significativo en el cronograma de ejecución. Ríos ha indicado que, si bien se espera que algunos de estos proyectos se completen en 2031, la falta de avances podría extender estos plazos. "Con esta demora, y con la fase en la que se encuentran hoy algunas de esas obras, van a demorar al menos dos años más", lamentó.

En cuanto a los proyectos específicos relacionados con el puerto de Chancay, se han clasificado en cinco paquetes que abarcan diversas áreas, desde la seguridad ciudadana hasta el saneamiento y la agricultura. El proyecto de seguridad ciudadana en Chancay, por ejemplo, se encontraba entre los que podrían haberse iniciado este año, y su implementación es vista como un imperativo por las autoridades locales.

El paquete 1 abarca tres comisarías por un total de S/ 34.6 millones, mientras que el segundo incluye cinco obras de transporte y saneamiento por S/ 277.5 millones. El paquete 4, que es el más ambicioso, tiene un costo proyectado de S/ 319.2 millones, y se centra en intervenciones que buscan mejorar la infraestructura vital de la región.

El futuro de estos proyectos y su ejecución dependerá en gran medida de la capacidad de la ANIN para gestionar sus recursos de manera eficiente, así como de la colaboración con ProInversión y otras entidades. Ríos concluyó señalando que la entidad está realizando una reingeniería interna para garantizar un uso adecuado de sus recursos, priorizando las obras que ya están en marcha y planificando la transferencia de proyectos a largo plazo.

A medida que los plazos para la ejecución de los proyectos se extienden y la presión por avanzar crece, la ANIN se enfrenta a un reto considerable. La resolución de estos problemas no solo influirá en la infraestructura local, sino que también impactará en las expectativas de desarrollo y bienestar de los habitantes de la región en torno al puerto de Chancay.