Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente decisión de Turkish Airlines de cancelar sus vuelos a Venezuela del 24 al 28 de noviembre ha generado un gran revuelo en el sector aéreo, sumándose a las medidas ya adoptadas por otras importantes aerolíneas como Gol, Latam y Caribbean Airlines. Esta situación se ha desencadenado tras un aviso de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, que recomendó "extremar la precaución" al sobrevolar el territorio venezolano debido a una "situación potencialmente peligrosa" en la región.
La presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza, confirmó la cancelación de Turkish Airlines y mencionó que no todos los vuelos programados han sido afectados. Esta incertidumbre ha llevado a otras aerolíneas, como Iberia, TAP y Avianca, a suspender sus operaciones hacia el país sudamericano. Iberia, que operaba cinco vuelos semanales a Venezuela, anunció su decisión el sábado pasado, con el primer vuelo cancelado previsto para el lunes.
A pesar de la caída en las operaciones de varias aerolíneas internacionales, las compañías nacionales, como Laser, Estelar y Venezolana de Aviación, así como la colombiana Wingo, han mantenido sus vuelos con normalidad. Venezolana de Aviación continúa operando un vuelo internacional hacia Panamá, mientras que Laser y Estelar ofrecen conexiones a España, Curazao y otros destinos.
La situación en el Caribe se complica aún más debido al reciente despliegue militar de Estados Unidos, que ha sido justificado por la administración de Donald Trump como una medida para combatir el narcotráfico. Este despliegue ha provocado tensiones con el gobierno venezolano, que ve la presencia militar estadounidense como una amenaza de invasión y un intento de desestabilizar el régimen de Nicolás Maduro. El mandatario ha elevado la alerta militar en el país y activado el "Plan Independencia 200", movilizando fuerzas y milicias en respuesta a lo que considera una agresión.
La complejidad de la situación en Venezuela se refleja no solo en la cancelación de vuelos y el despliegue militar, sino también en el clima de incertidumbre que afecta a los viajeros y a la industria aérea en general. Las empresas aéreas están reevaluando continuamente sus operaciones en función de la evolución de la seguridad en la región, mientras que los pasajeros se enfrentan a una realidad en la que viajar a Venezuela se ha convertido en una decisión cada vez más complicada.
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