Cancelación de vuelos a Venezuela desde Madrid debido a alerta de EE. UU. en la región.

Este lunes, el aeropuerto de Madrid-Barajas se ha visto afectado por la cancelación de todos los vuelos con destino a Venezuela, una decisión que responde a la alerta emitida el pasado viernes por la autoridad aérea de Estados Unidos. Esta advertencia instó a las aerolíneas a "extremar la precaución" al sobrevolar el espacio aéreo venezolano y el sur del mar Caribe, en medio de una creciente tensión en la región.

Entre las aerolíneas que han confirmado la suspensión se encuentran algunas de las más relevantes en la conectividad entre Europa y América Latina, como Iberia, TAP Air Portugal, Avianca, Caribbean Airlines, GOL y Latam. Iberia, que generalmente opera cinco vuelos semanales hacia Venezuela, fue la primera en actuar, cancelando su vuelo previsto para este lunes. La aerolínea ha estado en el punto de mira debido a su importante conexión con el país sudamericano.

Por su parte, Air Europa ha optado por no cancelar su primer vuelo programado para el martes 25, aunque un portavoz ha indicado que están "monitorizando la situación" de cerca. La incertidumbre que rodea a los vuelos hacia Venezuela se agrava por la reciente intensificación de las acciones militares de Estados Unidos en la región, que se han centrado en una campaña contra el narcotráfico. Desde su inicio en septiembre, esta campaña ha incluido ataques a lanchas civiles presuntamente involucradas en el tráfico de drogas, resultando en más de 80 muertes hasta la fecha.

La situación ha suscitado reacciones en el ámbito político. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha instado a abrir canales de diálogo y ha subrayado la importancia de respetar el derecho internacional en este contexto. Durante una rueda de prensa posterior a la cumbre del G20, Sánchez hizo hincapié en que España ha mantenido una postura constante en relación con Venezuela, abogando por el diálogo y manifestando su desacuerdo con los resultados de las últimas elecciones en el país.

El cierre del espacio aéreo para vuelos comerciales representa un nuevo capítulo en las tensiones diplomáticas que persisten entre Estados Unidos y el régimen de Nicolás Maduro, en un momento en que las relaciones internacionales en la región son cada vez más complejas y frágiles. Con la atención del mundo puesto en Venezuela y el Caribe, la comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollarán los próximos acontecimientos y cuál será el impacto en las conexiones aéreas y en la vida de miles de pasajeros que dependen de estos vuelos.