Detención de Martín Vizcarra agrava la crisis de corrupción en la política peruana

Detención de Martín Vizcarra agrava la crisis de corrupción en la política peruana

El expresidente afronta varias investigaciones constitucionales, algunos de ellos mientras era gobernador regional de Moquegua. Conoce aquí los detalles.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 14.08.2025

El escenario político peruano se ha visto sacudido una vez más por la detención de un expresidente. Este martes, el Poder Judicial dictó cinco meses de prisión preventiva contra Martín Vizcarra, quien se encuentra bajo la lupa de múltiples investigaciones por presuntos actos de corrupción. Con esta decisión, Vizcarra se une a la lista cada vez más larga de exmandatarios enjuiciados en un país donde la corrupción parece haber tomado un papel protagónico en la política.


El caso que ha llevado a Vizcarra tras las rejas es el denominado "Caso Región Moquegua". Según las acusaciones, el exgobernador regional habría recibido coimas de diversas empresas constructoras durante su mandato entre 2011 y 2014. Se le señala de haber recibido alrededor de 2.3 millones de soles a cambio de la adjudicación de proyectos de infraestructura, como los de Lomas de Ilo y el hospital de Moquegua. De confirmarse esta acusación, el exmandatario podría enfrentar hasta 15 años de prisión.


En medio de este contexto, el juez Chávez Tamariz dictó la prisión preventiva al considerar fundado el pedido de la Fiscalía, quien argumentó que la medida era necesaria para garantizar que Vizcarra no eluda la justicia. Aunque la defensa del exmandatario ha señalado que no existe riesgo de fuga, la decisión del Poder Judicial refleja la gravedad de las acusaciones que pesan sobre él.


Pero el caso de Moquegua no es el único que empaña la figura de Vizcarra. También enfrenta investigaciones por su supuesta participación en "Los Intocables de la Corrupción", una organización criminal que, según los fiscales, operaba durante su período presidencial. Este grupo habría estado involucrado en la promoción de lobbies ilícitos y en la apropiación de recursos públicos a través de contrataciones fraudulentas. Hasta el momento, Vizcarra ha gozado de protección por su estatus de antejuicio político, lo que dificulta que la Fiscalía avance en su caso.


No obstante, el exmandatario también tiene otro frente abierto: el escándalo conocido como "Vacunagate". En este caso, Vizcarra y su exministra de Salud, Pilar Mazzetti, se vacunaron de manera irregular contra el COVID-19, a espaldas de la población, cuando la vacunación aún no había comenzado en el país. Este acto de abuso de poder podría acarrearle hasta ocho años de prisión, ya que se le acusa de haber inducido a otros a comprometerse indebidamente para su beneficio personal.


La denuncia presentada por la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides, generó un fuerte impacto en la opinión pública, que se sintió traicionada por un líder que prometió transparencia y honestidad. La revelación de que Vizcarra se había vacunado antes que la población en general no solo le costó su carrera política, sino también una inhabilitación de 10 años para ejercer cargos públicos.


El panorama judicial del expresidente es sombrío. Con múltiples acusaciones que lo involucran en actos de corrupción, su futuro se pinta incierto. La sociedad peruana sigue de cerca estos procesos, esperando que la justicia prevalezca y que se tomen medidas efectivas contra la corrupción que ha permeado en las instituciones del Estado.


Las reacciones en la ciudadanía han sido diversas. Algunos aplauden la decisión del Poder Judicial, considerando que es un paso hacia la justicia en un país donde la corrupción ha sido una constante. Otros, sin embargo, expresan escepticismo sobre si realmente se llevará a cabo una condena justa, dado el historial de impunidad que ha afectado a muchos casos en el país.


Mientras tanto, la situación de Vizcarra abre un debate sobre la necesidad de reformar el sistema político y judicial de Perú para erradicar las prácticas corruptas que han manchado la gestión pública. La población clama por una política más transparente y una justicia que no solo sea para unos pocos, sino que funcione para todos.


Así, el caso de Martín Vizcarra no solo es un capítulo más en la historia de la corrupción en Perú, sino también un llamado a la reflexión sobre el camino que debe seguir el país para restaurar la confianza en sus líderes y en las instituciones. El desenlace de estos procesos judiciales podría marcar un hito en la lucha contra la corrupción en el país.

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