Gabinete de Eduardo Arana enfrenta dura oposición en búsqueda de voto de confianza

El día de hoy, el presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, y su gabinete se presentaron ante el Pleno del Congreso a las 9:00 de la mañana con el objetivo de solicitar el voto de confianza, un procedimiento establecido en el artículo 130 de la Constitución Política del Perú. Luego de su exposición inicial sobre la política general del Gobierno, el Pleno inició un amplio debate en el que cada bancada expresó su postura respecto a la gestión del nuevo gabinete.

Arana delineó los principales lineamientos de su administración, enfatizando en la reactivación económica, la lucha contra la corrupción y la seguridad ciudadana. A pesar de sus esfuerzos por presentar una visión clara y estructurada, el ambiente en el Congreso es tenso, y ya se anticipan rechazos por parte de varias bancadas. Podemos Perú, Renovación Popular y la Bancada Socialista han manifestado su intención de no otorgar el voto de confianza, mientras que otras agrupaciones, como Somos Perú y Acción Popular, se mantendrán a la espera de las respuestas del premier antes de tomar una decisión.

La primera vicepresidenta del Congreso, Patricia Juárez, suspendió temporalmente la sesión hasta las 3 de la tarde, aduciendo que aún falta la intervención de 30 parlamentarios. Este aplazamiento refleja la magnitud del debate que ha generado la presentación de Arana, evidenciando la polarización política que caracteriza al actual escenario legislativo.

Durante la primera ronda de debate, varios congresistas expresaron su descontento con la exposición del premier. El legislador Esdras Medina, de Renovación Popular, criticó la falta de un plan concreto para abordar la creciente problemática de la seguridad, mientras que José Williams, de Avanza País, subrayó la ausencia de confianza y visión a corto plazo para enfrentar problemas como la corrupción.

Ruth Luque, del Bloque Democrático Popular, fue particularmente dura en su crítica, acusando al gabinete de sostenerse en “cálculos políticos” y “mentiras”. Afirmó que el gobierno de Dina Boluarte carece de la autoridad moral necesaria para liderar el país y que su administración ha sido marcada por la desconfianza de la ciudadanía.

Otros legisladores también hicieron eco del descontento generalizado. Pasión Dávila, al referirse a la percepción pública del gobierno, lo catalogó como el “más rechazado de nuestra historia democrática”, mientras que Jaime Quito, del Bloque Socialista, afirmó que el gabinete es un "gabinete descompuesto", incapaz de generar confianza.

Las acusaciones de corrupción y mala gestión fueron recurrentes. El congresista Jorge Marticorena, de Alianza para el Progreso, instó a sus colegas a reflexionar sobre su propia ética antes de criticar al gabinete, un comentario que generó reacciones mixtas entre los asistentes. Por su parte, el congresista de Juntos por el Perú, Víctor Cutipa, lamentó la falta de resultados efectivos en la lucha contra la violencia criminal, reiterando su voto en contra del gabinete.

A medida que avanzaba el debate, las críticas hacia el gabinete Arana se volvían más incisivas. Legisladores como Guillermo Bermejo y Diego Bazán no escatimaron en comentarios negativos, resaltando la falta de acciones concretas por parte del gobierno y la angustiante situación que atraviesa el país. Bazán incluso recordó promesas incumplidas del premier en su anterior rol como ministro de Justicia.

Mientras los legisladores continuaban sus intervenciones, se hizo evidente que el camino para el gabinete Arana no será fácil. La necesidad de obtener al menos 66 votos a favor del Congreso para obtener la confianza es un reto considerable, especialmente en un contexto donde múltiples bancadas ya han manifestado su rechazo.

El suspenso se cierne sobre el futuro de este gabinete, que se enfrenta a un panorama complicado. Las próximas horas serán cruciales no solo para la administración de Arana, sino también para el escenario político del país, cada vez más dividido y polarizado. La reanudación de la sesión promete intensificar el debate y posiblemente definir el rumbo del gobierno de Dina Boluarte.