Trump pausa acciones militares en Oriente Próximo y apuesta por la diplomacia con Irán

Trump pausa acciones militares en Oriente Próximo y apuesta por la diplomacia con Irán

“Europa no va a poder ayudar”: El presidente de EE UU se muestra pesimista sobre las conversaciones de los europeos con Teherán

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 21.06.2025

El conflicto en Oriente Próximo se encuentra en un punto de inflexión, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido pausar cualquier acción militar inminente mientras espera el resultado de las negociaciones diplomáticas con Irán. Este movimiento estratégico se produce en un contexto de tensiones crecientes, desencadenadas por los recientes ataques aéreos israelíes contra objetivos iraníes y la subsiguiente crisis que ha llevado a la necesidad de un diálogo renovado. En este sentido, Trump ha concedido un plazo de dos semanas para evaluar la situación antes de tomar una decisión sobre la posibilidad de un ataque militar.


Este viernes, el mandatario estadounidense se reunió con su consejo de Seguridad Nacional en un intento por evaluar las opciones disponibles y mantenerse actualizado sobre los desarrollos en las tensas conversaciones que tienen lugar en Ginebra entre representantes europeos e iraníes. Sin embargo, el pesimismo de Trump hacia la capacidad de Europa para mediar en la crisis se hace evidente, señalando que Irán está más interesado en dialogar directamente con Washington que con sus interlocutores europeos. “Irán no quiere hablar con Europa. Quiere hablar con nosotros”, expresó el presidente en un encuentro en su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey.


El escepticismo del presidente se extiende también a la posibilidad de pedir a Israel que detenga sus bombardeos. Según Trump, la dinámica actual de la situación complica cualquier intento de frenar la ofensiva israelí, pues "cuando alguien va ganando es más difícil que cuando alguien está perdiendo". Esto sugiere una postura de apoyo implícito hacia las acciones israelíes, a pesar de las crecientes presiones internacionales para que se busque una desescalada en la región.


Mientras la diplomacia se despliega, la administración de Trump sigue adoptando medidas punitivas. Recientemente, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció nuevas sanciones contra entidades relacionadas con el régimen iraní, acusadas de contribuir al desarrollo militar de Irán. Estas sanciones están dirigidas a ocho entidades, un buque y un individuo que supuestamente han facilitado el suministro de maquinaria y tecnología que apoya los programas de misiles balísticos y armamento asimétrico de Teherán.


La estrategia de Trump se ampara en la idea de que, aunque se ha optado por esperar, la opción militar sigue sobre la mesa. Fuentes cercanas al presidente han indicado que mantiene la posibilidad de un ataque, pero solo si se considera absolutamente necesario y si se puede garantizar que no significará el inicio de un nuevo conflicto prolongado. Esta preocupación refleja el sentimiento de su base política, que ha sido cada vez más crítica del intervencionismo militar estadounidense en el extranjero.


Uno de los elementos más complicados en esta ecuación es la infraestructura del programa nuclear iraní, que está adecuadamente protegida. La principal instalación en Fordow, ubicada bajo montañas al sur de Teherán, presenta desafíos significativos para cualquier campaña militar que busque desmantelar las capacidades nucleares de Irán. Expertos como Jennifer Kavanagh, del think tank Defense Priorities, han expresado dudas sobre la efectividad de los métodos de ataque disponibles, incluso con las armas más avanzadas.


Mientras tanto, el enviado de Washington para las negociaciones en Oriente Próximo, Steve Witkoff, se mantiene listo para trasladarse a la región, esperando que la situación permita un viaje que podría ser crucial para la mediación. Witkoff ha estado involucrado en las conversaciones entre Estados Unidos e Irán, y su propuesta de que Teherán renuncie al enriquecimiento de uranio fue previamente rechazada por el régimen iraní.


La insistencia de Trump en un acuerdo que implique una “rendición” total de Irán en lo que respecta a su enriquecimiento de uranio refleja la urgencia que siente su administración por encontrar una solución a largo plazo para el conflicto. En medio de este escenario, la presión sobre Irán parece aumentar a medida que se acercan las fechas límite y se intensifican las expectativas sobre el resultado de las negociaciones.


A medida que se desarrolla esta tensa situación, es evidente que los próximos días serán críticos para determinar el rumbo del conflicto en Oriente Próximo. La comunidad internacional observa de cerca, esperando que las negociaciones den un paso hacia adelante y que se eviten decisiones que puedan arrastrar a la región a un nuevo ciclo de violencia y conflicto armado. La esperanza de que el diálogo pueda prevalecer sobre la confrontación se enfrenta a la dura realidad de un conflicto profundamente arraigado, donde cada movimiento cuenta y las repercusiones pueden ser significativas y duraderas.

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