Victoria de Valdés en Corrientes desata tensiones y críticas dentro del oficialismo

Victoria de Valdés en Corrientes desata tensiones y críticas dentro del oficialismo

El magro cuarto puesto de los libertarios en Corrientes pone en duda la estrategia oficial; sombras hacia la elección bonaerense del próximo domingo - LA NACION

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 01.09.2025

El reciente triunfo de Juan Pablo Valdés como nuevo gobernador de Corrientes ha desatado un torrente de análisis y opiniones sobre el estado actual del gobierno y sus estrategias electorales. A pesar de la polarización que existía entre el actual gobernador Gustavo Valdés y su antecesor Ricardo Colombi, el resultado ha demostrado que, a pesar de las tensiones internas, se puede conseguir una victoria significativa. Sin embargo, este triunfo no es solo una celebración para Valdés; al mismo tiempo, pone de manifiesto el fracaso de la estrategia "violeta o nada" que Karina Milei intentó implementar, la cual ha sido cuestionada en varias ocasiones por su falta de viabilidad.


Desde el entorno de Valdés se lamenta que las peleas internas le hayan costado al oficialismo correntino al menos veinte puntos en su contienda electoral. Sin embargo, el hecho de que su hermano haya llegado a la gobernación refuerza la posición de Valdés en el ámbito nacional, justo cuando se consolida el nuevo esquema de gobernadores de Provincias Unidas. Esta victoria, aunque celebrada, también plantea interrogantes sobre la capacidad del gobierno para gestionar alianzas efectivas en el futuro.


La estrategia electoral impulsada por Karina Milei, que incluyó la figura de Eduardo “Lule” Menem, ha sido ampliamente criticada. La exigencia de cambiar el nombre de la alianza y adoptar un enfoque más radical ha generado fricciones con aliados potenciales, quienes sintieron que se les pedía demasiado sin ofrecer nada a cambio. “No podíamos aceptar”, afirman fuentes cercanas a la gobernación, enfatizando la torpeza en la negociación que llevó a un resultado inesperado.


La pérdida de apoyo en la Cámara Baja, con la salida de tres senadores correntinos que antes respaldaban al oficialismo, representa un golpe adicional para el Gobierno. Esta situación ha hecho que algunos analistas consideren que el asesor presidencial Santiago Caputo, quien abogaba por un acuerdo con Valdés, podría tener razón en su enfoque más pragmático. La preocupación se extiende a la posibilidad de que esta derrota se replique en la provincia de Buenos Aires, donde las tensiones preelectorales han comenzado a aflorar.


Dentro del equipo libertario, la percepción es que competir en Corrientes no tenía sentido y que el resultado podría socavar el proyecto nacional. Un legislador libertario se preguntaba en voz baja qué se ganaría con un resultado mediocre en la provincia, y esta incertidumbre ha generado un clima de desánimo entre sus filas. La estrategia de "presentarse en soledad" como una forma de ganancia ha sido enunciada por Menem, pero la realidad parece indicar que las cuentas no están saliendo como se esperaba.


El candidato oficialista, Lisandro Almirón, intentó capitalizar la ola de Milei, pero su desempeño fue decepcionante, finalizando en un cuarto puesto que refleja más los fracasos de las elecciones en Santa Fe que las victorias en otras provincias. Este dato es un claro indicativo de la falta de cohesión y dirección en las estrategias presentadas por el equipo de Milei.


Con miras a las elecciones en Buenos Aires, la Casa Rosada se encuentra en una situación de alta tensión. El temor a una nueva derrota frente al kirchnerismo se cierne sobre el panorama político, y las divisiones internas en el libertarismo solo añaden presión al ambiente. La percepción de que el aparato de Milei está en desventaja ante el del PJ resuena fuertemente entre los miembros del partido, y muchos ya hablan de la posibilidad de un “cachetazo electoral” que podría ser devastador.


En medio de este caos, Caputo busca una reivindicación que parece escurrirse entre los dedos. Aunque muchos dentro del libertarismo esperan cambios significativos en el gobierno, las voces más pesimistas sugieren que cualquier transformación debería llevarse a cabo después de las elecciones del 7 de septiembre. La incertidumbre sobre qué rumbo tomará la coalición y si logrará restablecer su imagen y efectividad ante los votantes es alarmante.


El futuro del libertarismo y la relación entre sus líderes y el electorado se encuentra en un punto crítico. Mientras algunos esperan que la estrategia de negociación y diálogo dé sus frutos, otros ya comienzan a resignarse ante la posibilidad de un derrotero que los lleve a una nueva derrota. La situación en Corrientes es un claro ejemplo de las dificultades que enfrenta el gobierno en un ambiente donde las divisiones internas y la falta de una dirección clara podrían llevar a una crisis más profunda en el futuro cercano.

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