Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

En un movimiento que ha captado la atención del mundo político y económico, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido imponer un arancel adicional del 10% a los países que muestren su apoyo a las políticas del bloque BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. La declaración, realizada a través de su plataforma social Truth Social, se produce en un momento en que las tensiones geopolíticas y económicas están en aumento, especialmente en el contexto de la creciente influencia de los BRICS en el escenario global.
La decisión de Trump se anunció durante la 17.ª cumbre de los BRICS, que se lleva a cabo en Río de Janeiro, donde la agenda se centra en discutir un nuevo orden internacional multipolar. En su intervención a través de videoconferencia, el presidente ruso, Vladímir Putin, enfatizó el cambio de paradigma hacia un sistema que busca equilibrar el poder mundial, alejándose de la hegemonía unipolar que, según él, ha beneficiado exclusivamente a un reducido grupo de países. Esta declaración de Putin subraya la creciente fractura en las relaciones internacionales y el desafío al dominio estadounidense.
Por su parte, Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, reforzó la postura del Kremlin al señalar que la multipolaridad no es solo una opción política, sino una realidad inevitable en el mundo actual. Lavrov criticó el modelo neoliberal que, a su juicio, ha perpetuado prácticas neocoloniales, abogando por un enfoque más equitativo en el que las decisiones globales reflejen un espectro más amplio de intereses nacionales y regionales.
Las palabras de Trump no son nuevas; en el pasado, el mandatario ha amenazado con aranceles aún más severos, llegando a considerar un 100% de impuestos para los países que cuestionen la supremacía del dólar o que busquen establecer alternativas monetarias. Este enfoque enérgico refleja una estrategia más amplia de Estados Unidos para mantener su influencia económica en un mundo que está empezando a diversificarse.
La respuesta internacional a la decisión de Trump ha sido variada. Algunos analistas advierten que esta es una medida desesperada que podría alienar aún más a aliados potenciales y fortalecer la cohesión del bloque BRICS. Por otro lado, hay quienes sugieren que este tipo de políticas proteccionistas podrían tener un efecto contraproducente, ya que podrían llevar a una mayor cooperación entre los países que se oponen a la hegemonía estadounidense.
El anuncio también podría intensificar el debate sobre la posibilidad de una nueva moneda que desafíe al dólar. Desde que los BRICS comenzaron a consolidarse como una alternativa económica, se ha hablado de la creación de mecanismos de intercambio que reduzcan la dependencia del dólar, algo que Trump ha calificado de "amenaza directa" a la economía estadounidense. Esta narrativa de confrontación podría acentuar las divisiones existentes y empujar a más países a unirse al bloqueBRICS.
A medida que la cumbre avanza, la atención mundial se centra en cómo los países miembros del BRICS responderán a esta nueva amenaza arancelaria. Las conversaciones sobre cooperación económica, comercio y desarrollo sostenible son temas candentes que podrían verse afectados por las decisiones de Trump. El desafío ahora es encontrar una respuesta unificada que no solo contrarreste las políticas de EE.UU., sino que también reafirme el compromiso del bloque con un orden internacional más equilibrado.
La amenaza de aranceles adicionales también plantea preguntas sobre el futuro del comercio internacional y las relaciones económicas entre naciones. Los países que se alinean con los BRICS podrían verse en una encrucijada: apoyar un nuevo orden multipolar que promete una distribución más justa del poder global, o ceder ante las presiones de una superpotencia que busca mantener su estatus predominante.
Finalmente, este anuncio resalta la complejidad de las relaciones internacionales en la actualidad, donde las decisiones de un solo líder pueden tener repercusiones globales. Mientras el mundo observa, queda por ver cómo se desarrollarán estos eventos y qué medidas tomarán los países afectados para proteger sus intereses en un entorno cada vez más polarizado. La dinámica entre EE.UU. y los BRICS promete ser un tema central en los años venideros, con implicaciones que podrían redefinir el mapa económico y político global.
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