Polémica por declaraciones de Petro sobre dolutegravir y su efecto en el VIH

Polémica por declaraciones de Petro sobre dolutegravir y su efecto en el VIH

Las declaraciones del presidente Petro sobre el dolutegravir han generado confusión sobre el tratamiento del VIH en Colombia, resaltando la necesidad de precisión en salud.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud

La reciente declaración del presidente Gustavo Petro sobre el medicamento dolutegravir y su relación con el VIH ha suscitado un considerable debate en el ámbito de la salud pública en Colombia. Aunque la llegada de 300.000 tabletas de dolutegravir representa un avance significativo en el tratamiento del VIH, las imprecisiones en el mensaje del mandatario han generado confusión y preocupación entre expertos y activistas. El dolutegravir es un antirretroviral de alta eficacia, reconocido por la Organización Mundial de la Salud como la primera opción para el tratamiento del VIH. Sin embargo, Petro afirmó que esta medicina "hace retroceder el VIH" y "evita de por vida el Sida", lo cual es incorrecto. El medicamento no cura la infección; su principal función es suprimir la replicación viral, permitiendo que las personas con VIH mantengan una carga viral indetectable si cumplen con el tratamiento. Esta distinción es crucial, ya que la confusión puede llevar a malentendidos sobre la naturaleza del tratamiento. La Asociación Colombiana de Infectología (ACIN) ha enfatizado la importancia de comunicar la información de manera precisa y basada en evidencia científica. Sostienen que el dolutegravir no "retrocede" el VIH, sino que actúa como un inhibidor de la integrasa, lo que contradice la afirmación del presidente. Para prevenir la propagación de desinformación, es esencial que tanto los funcionarios públicos como la comunidad en general manejen el lenguaje adecuado al abordar temas de salud. Además, el presidente mencionó que "el paciente portador puede incluso dejar de contaminar", una afirmación que ha sido igualmente criticada. La utilización del término "contaminar" no solo es inexacta, sino que también perpetúa el estigma asociado al VIH. El doctor Julián A. Fernández-Niño ha señalado que el lenguaje utilizado en el contexto del VIH es fundamental para combatir la discriminación y la falta de conciencia sobre la enfermedad. Es menester aclarar que las personas que viven con VIH y están en tratamiento pueden alcanzar niveles indetectables de carga viral, lo que significa que no transmiten el virus a través de relaciones sexuales. Este concepto, conocido como "Indetectable = Intransmisible" (I=I), debe ser comunicado con cuidado y respeto. El uso de términos apropiados no solo es una cuestión de precisión médica, sino también una forma de proteger los derechos humanos de quienes viven con el VIH. Otro punto que ha generado controversia es la afirmación de Petro sobre el acceso al dolutegravir, al mencionar que "era carísimo en el mercado" y que "las EPS no la recetaban por su precio". Expertos en salud han aclarado que la responsabilidad de recetar medicamentos recae en los médicos tratantes dentro de las instituciones de salud, y no en las EPS. Además, el dolutegravir ha estado disponible como parte del Plan de Beneficios en Salud, lo que significa que su costo no debería ser un obstáculo para quienes lo necesitan. La realidad es que la accesibilidad al tratamiento antirretroviral puede verse afectada por diferentes factores, como barreras administrativas o falta de disponibilidad en ciertas regiones. A pesar de que el dolutegravir puede ser más costoso que otras alternativas, el desafío radica en garantizar que todos los pacientes tengan acceso a los tratamientos más efectivos y adecuados. Asimismo, Petro mencionó que "muchas personas murieron de sida pudiendo evitarlo", lo cual resulta complicado. El dolutegravir es parte de un esquema de tratamiento más amplio, y no se utiliza de forma aislada. La cifra de personas que utilizan dolutegravir en Colombia es relativamente baja en comparación con el total de personas diagnosticadas con VIH, lo que indica que aún hay un camino por recorrer para garantizar que todos los pacientes reciban el tratamiento necesario. Las metas de ONUSIDA, que buscan que un alto porcentaje de personas con VIH conozca su estado serológico y reciba tratamiento, son un objetivo ambicioso pero necesario. Aunque se ha avanzado en la cobertura del tratamiento antirretroviral, Colombia aún enfrenta desafíos significativos para cumplir con estos objetivos, especialmente en regiones con menor acceso a servicios de salud. En conclusión, la llegada del dolutegravir es, sin duda, un paso positivo hacia la mejora del tratamiento del VIH en Colombia. Sin embargo, es imperativo que las declaraciones sobre este medicamento y su impacto se realicen con precisión y respeto por los derechos de las personas que viven con VIH. La claridad y la terminología adecuada son esenciales para fortalecer la respuesta del país a esta epidemia y para promover una sociedad más inclusiva y equitativa.

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