Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La alarmante oleada de casos de gripe aviar en los Estados Unidos ha generado preocupaciones significativas en la salud pública, ya que 2023 ha presenciado niveles sin precedentes de infección en diversas especies, incluyendo aves silvestres, ganado doméstico e incluso humanos. La reciente confirmación de un grave caso humano de H5N1 en EE. UU. marca un hito preocupante en lo que los expertos están llamando una ola de infecciones "asombrosa". La declaración de estado de emergencia en California refleja la urgencia de la situación. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sostienen que el riesgo para el público en general sigue siendo "bajo", enfatizando que actualmente no hay evidencia de transmisión de humano a humano. Sin embargo, la magnitud del brote ha mantenido a los expertos en enfermedades infecciosas en alta alerta. El Dr. Marc Johnson, virólogo de la Universidad de Missouri, destacó el potencial del virus para mutar, afirmando: "Este virus podría no volverse pandémico, pero realmente está esforzándose, y ciertamente está teniendo muchas oportunidades". Las estadísticas subrayan la gravedad de la crisis: desde enero de 2022, más de 12,000 parvadas de aves silvestres y domésticas en EE. UU. se han visto afectadas. Solo en este año, el virus se ha propagado al ganado, impactando 866 rebaños en 16 estados, siendo California y Colorado los más afectados por las infecciones. Los casos humanos han alcanzado la alarmante cifra de 61 en nueve estados en 2023, marcando el número más alto de infecciones reportadas en al menos 20 años. El último caso humano de gripe aviar en EE. UU. se documentó en 1997. Mientras que la mayoría de las infecciones humanas se han vinculado al contacto directo con animales infectados, ha surgido una tendencia inquietante con casos en individuos que no han tenido exposición conocida. Un caso notable en Missouri destacó este riesgo, ya que un residente contrajo el virus sin contacto directo con animales, y desde entonces se han reportado incidentes similares en California y Luisiana, donde los pacientes experimentaron una enfermedad grave que requirió apoyo respiratorio. Sumando a la complejidad del brote, también se ha detectado gripe aviar en leche cruda, lo que llevó al USDA a implementar pruebas obligatorias para las empresas que manejan productos no pasteurizados. Críticos de la respuesta de EE. UU., incluidos funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, han criticado las acciones tomadas hasta ahora como inadecuadas, caracterizando la situación como una pandemia "desarrollándose en cámara lenta". Actualmente, las pruebas obligatorias de ganado están limitadas a aquellos que se trasladan a través de las fronteras estatales, dejando muchos esfuerzos de monitoreo como voluntarios hasta hace poco. El impacto del virus no se limita a aves y ganado. Desde mayo de 2022, 419 animales salvajes no aviares, como zorros, focas y mapaches, han dado positivo por el virus, probablemente después de alimentarse de cadáveres infectados. Los investigadores también están preocupados por casos esporádicos en cerdos, que pueden albergar tanto cepas de gripe humana como aviar, lo que genera temores de que nuevas variantes virales puedan surgir de estos "recipientes de mezcla". Los datos de vigilancia de aguas residuales pintan un panorama aún más preocupante, con el virus detectado en 60 de los 250 sitios monitoreados en EE. UU. Más del 80% de las muestras analizadas en California e Iowa han dado resultados positivos, lo que indica una propagación ambiental más amplia del virus. En respuesta al brote, EE. UU. cuenta con un stock de 20 millones de vacunas contra la gripe aviar y la capacidad de producir 100 millones adicionales rápidamente. Sin embargo, la administración Biden aún no ha autorizado su uso. Mientras tanto, medicamentos antivirales como el oseltamivir (Tamiflu) están disponibles y se han utilizado con éxito en casos graves. A medida que los funcionarios de salud y los investigadores continúan monitoreando la situación, el potencial de una mayor propagación y mutación del virus sigue siendo una preocupación urgente. La inquietud colectiva en torno a este brote subraya la importancia de la vigilancia, las medidas proactivas y una respuesta gubernamental rápida para mitigar los riesgos que plantea este virus altamente transmisible.