Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un nuevo informe crítico publicado el jueves, una coalición de expertos, incluido el profesor David Lazer de la Universidad del Noreste, subraya la urgente necesidad de soluciones sistémicas para combatir la difusión generalizada de la desinformación científica. El estudio, respaldado por la Fundación Nacional de Ciencias y llevado a cabo por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM), ofrece una evaluación integral de cómo se prolifera la desinformación y sugiere vías para mitigar sus efectos perjudiciales. La desinformación y la mala información, particularmente en contextos científicos, representan amenazas serias no solo para la toma de decisiones individuales, sino también para la democracia y las políticas públicas efectivas. Lazer, un distinguido profesor de ciencias políticas y ciencias de la computación, enfatiza la importancia de una comprensión científica precisa para empoderar a los individuos. "La desinformación socava la elección, la agencia individual y la democracia", afirma, destacando el impacto multifacético de la información inexacta en la sociedad. A lo largo de más de dos años, el comité profundizó en numerosos casos donde la desinformación ha tenido consecuencias graves, particularmente en el ámbito de la medicina. Un ejemplo notable es la crisis de los opioides, que fue alimentada por afirmaciones engañosas sobre la naturaleza adictiva de opioides como el OxyContin. Lazer señala a entidades corporativas como Purdue Pharma, que difundieron afirmaciones falsas que finalmente pusieron en peligro la salud pública y la toma de decisiones informadas. Las ramificaciones de tal desinformación van más allá de las elecciones personales, afectando decisiones políticas más amplias que pueden resonar en toda la comunidad. El informe articula el papel crítico de la alfabetización científica en la formación de ciudadanos informados, afirmando que la desinformación distorsiona percepciones y decisiones, a menudo llevando a los individuos a actuar en contra de sus mejores intereses. "Si los líderes malinterpretan la ciencia, las políticas pueden no alinearse con las necesidades públicas", advierte Lazer, indicando que el malentendido de los principios científicos puede llevar a una gobernanza errónea que no sirva efectivamente a la población. Uno de los puntos focales del informe es la significativa influencia de las redes sociales en la difusión de la desinformación. Sin embargo, Lazer hace una distinción crucial, señalando que la desinformación difundida por medios de comunicación de confianza puede tener un impacto aún más considerable. La mala interpretación de hallazgos científicos por fuentes reputadas puede llevar a conceptos erróneos generalizados que pueden resultar más dañinos que las falsedades que circulan en las plataformas de redes sociales. A la luz de estos hallazgos, el informe aboga por intervenciones específicas, particularmente en áreas donde la desinformación representa riesgos serios para la salud y el bienestar. Hace un llamado a un enfoque colaborativo que involucre a científicos, responsables de políticas, educadores y organizaciones de medios para desarrollar estrategias destinadas a contrarrestar la desinformación y promover la alfabetización científica. A medida que la sociedad enfrenta las implicaciones de la desinformación, este informe sirve como un llamado a reconocer sus peligros y tomar medidas proactivas para salvaguardar la toma de decisiones informadas y los procesos democráticos. Al fomentar una cultura de pensamiento crítico y promover fuentes de información confiables, los interesados pueden trabajar juntos para construir un público más alfabetizado científicamente, lo que en última instancia conducirá a comunidades más saludables y a una gobernanza más efectiva.