Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que se acerca la temporada navideña, los funcionarios de salud están sonando la alarma sobre una posible "cuádruple epidemia" que podría afectar gravemente a las comunidades de los Estados Unidos. Este término se refiere al aumento simultáneo de cuatro enfermedades respiratorias: gripe, COVID-19, virus respiratorio sincitial (VRS) y norovirus. Con las temperaturas más frías llevando a las personas a interiores, el riesgo de propagación de estos virus aumenta exponencialmente. Actualmente, aunque la temporada de enfermedades respiratorias comenzó lentamente, datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican una preocupante tendencia al alza en las visitas a salas de emergencia relacionadas con COVID-19, gripe y VRS. Los profesionales de la salud están particularmente preocupados por el aumento de casos de gripe, especialmente entre los adultos mayores. El Centro para la Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas (CIDRAP) informa un aumento notable en las visitas ambulatorias por síntomas similares a la gripe, particularmente en estados como California, Oregón, Arizona, Louisiana, Nueva Jersey y el Distrito de Columbia. La influenza A es actualmente la cepa más prevalente, trayendo consigo una serie de síntomas problemáticos, que incluyen fiebre, escalofríos, dolor de garganta y fatiga. La Asociación Americana del Corazón recomienda encarecidamente la vacunación contra la gripe para las personas mayores de seis meses, junto con prácticas de salud esenciales como el lavado frecuente de manos y evitar el contacto cercano con personas enfermas. Además de la gripe, el COVID-19 está resurgiendo. Aunque actualmente está en niveles bajos, el CDC ha proyectado un aumento en los casos a medida que se acerca el invierno. Los datos de aguas residuales sugieren que el Medio Oeste está experimentando los niveles más altos de detección viral, seguido por el Oeste y el Sur. Los síntomas asociados con el COVID-19 van desde tos y dolor de garganta hasta manifestaciones más graves como dificultades para respirar y pérdida del gusto o el olfato. El CDC enfatiza la importancia de mantener las vacunas al día y practicar una buena higiene para mitigar el riesgo de infección. El tercer contendiente en este escenario de cuádruple epidemia es el VRS, que, si bien generalmente presenta síntomas leves en adultos, puede llevar a complicaciones graves para los infantes y los ancianos. El CDC ha clasificado la actividad nacional de VRS como moderada, con un preocupante aumento de infecciones entre niños pequeños. La temporada típica de VRS se extiende de diciembre a abril, y los síntomas incluyen nariz moquienta, congestión y tos. El norovirus añade otra capa de complejidad a los desafíos de salud de este invierno. Conocido por causar graves molestias gastrointestinales, los casos de norovirus han aumentado este año en comparación con temporadas anteriores. El CDC informa de brotes incrementados, especialmente en Nueva York, donde los funcionarios de salud están investigando varios casos de enfermedades gastrointestinales confirmados como norovirus. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea y calambres estomacales, y las autoridades de salud aconsejan prácticas adecuadas de manejo de alimentos y saneamiento para prevenir su propagación. A medida que las familias se preparan para las reuniones navideñas, la posibilidad de una cuádruple epidemia se cierne como una gran preocupación. Los expertos en salud instan a la vigilancia: vacúnense, practiquen una higiene exhaustiva y quédense en casa si no se sienten bien. Al tomar estas precauciones, podemos ayudar a garantizar que la temporada festiva esté llena de alegría en lugar de enfermedad.