Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Hace cuatro años, Halle Berry enfrentó un impactante error médico que podría haber hecho que su vida se desmoronara. La actriz ganadora del Oscar, entonces de 54 años, comenzó a experimentar síntomas asociados con la perimenopausia, una fase de transición natural que precede a la menopausia. Sin embargo, en un giro sorprendente de los acontecimientos, su médico la diagnosticó prematuramente con un "caso bastante grave de herpes", sin siquiera esperar los resultados de las pruebas. La experiencia de Berry, relatada en una reciente entrevista, destaca un problema generalizado en la salud de las mujeres: específicamente, la comprensión limitada que muchos médicos tienen sobre la menopausia y sus condiciones relacionadas. Los síntomas que Berry experimentó fueron alarmantes. Después de una noche de intimidad con una nueva pareja, se despertó con un dolor intenso, describiendo la sensación como "cuchillas de afeitar" en su vagina y una dificultad extrema para orinar. Cuando su médico le proporcionó el diagnóstico de herpes basándose en sus síntomas, fue un profundo shock, especialmente porque carecía de los factores de riesgo típicos para el virus. Lo que debería haber sido un proceso diagnóstico rutinario se convirtió en una serie de angustias emocionales innecesarias y ansiedad para Berry, quien luego tuvo que enfrentar a su pareja con esta noticia inesperada. El posterior viaje de Berry para encontrar un diagnóstico correcto implicó consultar a varios especialistas, ya que su ginecólogo inicial no consideró la atrofia vaginal, un problema común durante la perimenopausia caracterizado por una disminución en los niveles de estrógeno. En lugar de abordar los cambios hormonales naturales que ocurrían en su cuerpo, los profesionales médicos sugirieron condiciones más graves, como la enfermedad de Sjögren, que se caracteriza por ojos y boca secos, complicando aún más su situación. Finalmente, quedó claro que sus síntomas provenían de los cambios fisiológicos normales asociados con la perimenopausia, una etapa que muchas mujeres atravesarán en sus vidas. Lamentablemente, la experiencia de Berry no es única. Un estudio publicado en la revista *Menopause* reveló que un asombroso 68.7% de los programas de residencia en obstetricia y ginecología en EE. UU. no incluyen capacitación sobre la menopausia en sus planes de estudio. Esta falta de educación puede resultar en diagnósticos erróneos y atención inadecuada para las mujeres que enfrentan los inevitables cambios que vienen con el envejecimiento. La perimenopausia puede comenzar en la treintena y durar varios años, caracterizada por una variedad de síntomas como sofocos, cambios de humor y sequedad vaginal. Sin embargo, a pesar de su importancia, muchos proveedores de atención médica siguen sin estar preparados para abordar las complejidades de la salud reproductiva de las mujeres durante esta transición crítica. A medida que Berry navegaba a través de sus desafíos de salud, se determinó a crear conciencia sobre la menopausia, abogando por la educación y la comprensión. "Muchas mujeres no están entendiendo lo que está sucediendo", comentó, destacando la urgencia de una mejor comunicación en torno a esta fase natural de la vida. El estigma que rodea al envejecimiento y la salud de las mujeres contribuye al silencio que a menudo acompaña a estas discusiones, dejando a muchas sufriendo en soledad sin el apoyo o la información adecuada. La actriz ha tomado su experiencia y la ha transformado en una misión, lanzando Respin, una plataforma destinada a apoyar a las mujeres que enfrentan desafíos similares o que se preparan para los cambios de la perimenopausia y la menopausia. Berry enfatiza que el envejecimiento debería ser celebrado, no escondido, ya que describió su propio crecimiento y vitalidad a los 58 años como un "privilegio". El viaje de Berry también la llevó a Pendulum Therapeutics, donde encontró ayuda para manejar su diabetes tipo 2 a través de productos probióticos que ahora promueve como inversora y directora de comunicaciones. Su compromiso con Pendulum se relaciona con nuevas investigaciones que sugieren que la salud intestinal puede influir en los niveles hormonales, incluido el estrógeno, lo que es particularmente relevante durante la transición menopáusica. La narrativa de Berry arroja luz sobre un problema social más amplio: la necesidad de aumentar la conciencia y mejorar la capacitación en salud de las mujeres, especialmente en lo que respecta a las condiciones relacionadas con la menopausia. A medida que más mujeres comparten sus historias y exigen una mejor atención, se espera un cambio en el panorama de la atención médica, proporcionando apoyo adecuado para quienes ingresan a esta fase significativa de la vida. La experiencia de Berry sirve como un recordatorio poderoso de la importancia de un diagnóstico adecuado y la necesidad de que los profesionales de la salud se mantengan informados sobre las complejidades de la salud de las mujeres. Si una figura de alto perfil como Halle Berry puede luchar contra un diagnóstico erróneo, subraya la urgente necesidad de un cambio sistémico que priorice la comprensión y la compasión hacia todas las mujeres que enfrentan estas transiciones naturales.