La huelga de los trabajadores postales proyecta una sombra oscura sobre el ambiente festivo en todo Canadá.

La huelga de los trabajadores postales proyecta una sombra oscura sobre el ambiente festivo en todo Canadá.

Más de 50,000 trabajadores postales canadienses están en huelga, lo que interrumpe las tradiciones navideñas y los servicios esenciales, especialmente en comunidades remotas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud

A medida que se acerca la temporada navideña, la huelga en curso de más de 50,000 trabajadores postales en Canadá ha ensombrecido las celebraciones de Navidad, particularmente en comunidades remotas como Inverness, Nueva Escocia. Los residentes están lidiando con la dura realidad de que sus queridas tradiciones navideñas, incluyendo el intercambio de regalos, pueden verse interrumpidas por la falta de un servicio postal confiable. Elizabeth Teasdale, una residente local, generalmente llena una habitación entera con regalos para sus reuniones familiares en diciembre. Sin embargo, este año se encuentra con solo dos paquetes guardados, un marcado contraste con los 20 o más que suele reunir para esta época. La huelga, que ya ha entrado en su cuarta semana, ha dejado a muchos canadienses sintiéndose ansiosos ante la perspectiva de espacios vacíos bajo sus árboles de Navidad. El Ministro Federal de Trabajo, Steven MacKinnon, expresó la creciente frustración entre los canadienses, revelando que ha solicitado la intervención de la Junta de Relaciones Laborales de Canadá para ayudar a resolver el estancamiento. Sugirió que el servicio postal podría restablecerse tan pronto como la próxima semana, pero para muchos, la esperanza se está desvaneciendo. El impacto de la huelga se siente no solo en la pérdida de regalos navideños, sino también en los servicios esenciales que dependen de las entregas postales, particularmente en regiones aisladas donde Canada Post es el único proveedor. Las comunidades indígenas, en particular, son vocales sobre las implicaciones de la huelga. La Jefa Nacional Cindy Woodhouse Nepinak de la Asamblea de Primeras Naciones enfatizó las posibles amenazas a la salud que enfrentan muchos ciudadanos indígenas que dependen de Canada Post para suministros críticos como medicamentos recetados y equipos médicos. Su urgente llamado a la acción del gobierno destaca la dura realidad de que el servicio postal no es solo una conveniencia; es una línea de vida para muchos. Las negociaciones entre el Sindicato de Trabajadores Postales de Canadá y Canada Post, según se informa, se han estancado, con ambas partes manteniéndose distantes en cuestiones clave como salarios y el uso de trabajadores a tiempo parcial. La propuesta de la oficina de correos de un aumento salarial del 11.5 por ciento durante cuatro años fue rechazada por el sindicato, que ha reducido sus demandas del 24 por ciento al 19 por ciento. Canada Post, bajo una significativa presión financiera, ha advertido que no puede cumplir con las demandas del sindicato. Con el reloj avanzando hacia la Navidad, individuos como Teasdale están ideando soluciones creativas para navegar las interrupciones en las entregas. En un movimiento ingenioso, envió un paquete a una comunidad cercana que cuenta con otros servicios de mensajería y luego contrató a un mensajero local para completar el trayecto hacia su hogar. El desafío de asegurar entregas a tiempo ha llevado a muchos residentes a optar por regalos hechos a mano, reavivando un sentido de comunidad y ingenio reminiscentes de tiempos pasados. Sin embargo, no todas las situaciones permiten tal adaptabilidad. En Margaree Valley, Anne Morrell Robinson enfrentó obstáculos al intentar enviar documentos fiscales importantes al Servicio de Impuestos Internos de EE. UU. Después de un largo viaje a un punto de entrega de FedEx, descubrieron que los servicios de mensajería estaban abrumados y temporalmente cerrados. Al igual que Robinson, muchos residentes se ven obligados a confrontar las limitaciones de vivir en áreas rurales, donde el servicio postal no se trata solo de conveniencia, sino que es esencial para llevar a cabo negocios cotidianos. Las dificultades financieras de Canada Post, que ha reportado pérdidas superiores a 3 mil millones de dólares canadienses desde 2018, subrayan la urgencia de la situación. Con el crecimiento del comercio electrónico impulsando la demanda de entrega de paquetes, el servicio postal ha luchado por competir contra competidores más pequeños y ágiles que utilizan trabajadores temporales. Los expertos sugieren que Canada Post debe repensar su modelo de negocio para adaptarse al cambiante panorama de los servicios de entrega, un cambio que podría redefinir cómo los canadienses reciben su correo en el futuro. A medida que se acerca la temporada navideña, la huelga postal en curso sirve como un recordatorio del papel vital que el servicio postal tradicional desempeña en la vida de los canadienses, particularmente aquellos en áreas remotas. Para muchos, la esperanza de una resolución rápida se está desvaneciendo, dejándolos a reflexionar sobre cómo se desarrollará la Navidad de este año en medio de la incertidumbre y los desafíos logísticos.

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