Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Una investigación reciente realizada por la oficina del contralor del estado de Nueva Jersey ha descubierto un impactante caso de fraude y abuso que involucra a tres hombres que operaban múltiples hogares de ancianos en el estado. Mordechay Weisz, Steven Krausman y Michael Konig, ahora enfrentan la descalificación como proveedores de Medicaid después de que su supuesta mala gestión resultara en el desvío de millones de dólares del programa Medicaid del estado, dejando a residentes vulnerables en condiciones deplorables. El informe, publicado el jueves, describe "fallas evidentes" en los hogares de ancianos, particularmente en South Jersey Extended Care en Bridgeton y Sterling Manor en Maple Shade, ambos de los cuales recibieron persistentemente bajas calificaciones por parte del gobierno federal. Los hallazgos pintan un inquietante panorama de condiciones de vida insalubres, negligencia médica y abuso manifiesto. Por ejemplo, los inspectores informaron sobre un dormitorio infestado de moscas, un refrigerador sucio y un inodoro roto que no fue reparado durante días. En otro incidente alarmante, se acusó a un asistente de enfermería de encerrar a un residente con demencia en una habitación usando una bolsa de basura. Las pruebas de negligencia sistemática no se detuvieron ahí. A menudo, los residentes eran privados de sus medicamentos, a veces durante horas, y el personal médico clave, como un director de enfermería licenciado y un trabajador social, estaban notablemente ausentes. El director de enfermería del establecimiento incluso había enfrentado acciones disciplinarias por infracciones graves, incluidas alegaciones de falsificación relacionadas con recetas. La investigación reveló que los tres operadores manipulaban contratos con empresas que controlaban, inflando precios y fallando en proporcionar servicios necesarios, lo que ponía en peligro la atención a los pacientes. Esta práctica engañosa les permitió obtener enormes ganancias del sufrimiento de individuos que no tenían otras opciones de atención. En total, las entidades controladas por estos hombres recaudaron la asombrosa cifra de 253 millones de dólares en cinco años, dependiendo en gran medida de la financiación de Medicaid, que constituía el 76 por ciento de sus ingresos. Un examen más detallado reveló que Konig tenía un largo historial de comportamiento problemático en la industria de los hogares de ancianos, habiendo sido excluido de operar instalaciones en Connecticut y Massachusetts debido a violaciones graves. Para eludir las regulaciones en Nueva Jersey, transfirió la propiedad de los hogares de ancianos a Weisz, mientras mantenía el control en la sombra, una manipulación que le permitió seguir beneficiándose de las operaciones. A medida que la oficina del contralor continúa su investigación, ya ha iniciado pasos para cortar la financiación de Medicaid a las instalaciones, lo que afectará inminentemente sus operaciones. Aunque el impacto total sobre los residentes sigue siendo incierto, los funcionarios están comprometidos a garantizar que se organice la atención adecuada para los afectados. La sombría realidad en South Jersey Extended Care y Sterling Manor es un recordatorio contundente de las vulnerabilidades presentes en el sistema de hogares de ancianos, especialmente en lo que respecta a la supervisión y la responsabilidad. El informe destaca la necesidad crítica de reformas para proteger a los ancianos y discapacitados de la explotación y la negligencia, asegurando que aquellos que están a cargo de su cuidado sean responsabilizados con los más altos estándares. A raíz de estos hallazgos, la indignación pública está en aumento, con llamados a regulaciones más estrictas en la industria de los hogares de ancianos para prevenir ocurrencias similares en el futuro. El bienestar de los residentes debe tener prioridad sobre el lucro, mientras el estado lidia con las repercusiones de esta profundamente preocupante investigación. Como señaló acertadamente Kevin Walsh, el contralor estatal en funciones, "Estos individuos pudieron acumular una fortuna pretendiendo ser partes independientes... en realidad, operaban como una unidad, proporcionando un terrible cuidado a los enfermos, ancianos y pobres, para que pudieran obtener grandes ganancias."