Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El término "superalimento" ha entrado en el léxico culinario, cautivando tanto a entusiastas de la salud como a comensales ocasionales. Pero, ¿qué califica exactamente a un alimento como "superalimento"? Aunque la etiqueta ha ganado popularidad a lo largo de los años, especialmente desde su auge en 2011, los expertos en nutrición advierten que no se debe ver ningún alimento en particular como una solución milagrosa para los desafíos de salud. El concepto de superalimentos se refiere generalmente a alimentos enteros que son excepcionalmente densos en nutrientes en relación con su contenido calórico. Como explica Amy Margulies, una experta en nutrición con sede en Filadelfia, aunque el término es a menudo explotado por empresas de alimentos y bebidas, se aplica principalmente a alimentos cargados de vitaminas, minerales y antioxidantes. "Un superalimento está repleto de nutrientes que superan los beneficios para la salud", señala. Los dietistas enfatizan unánimemente que ningún alimento singular puede abordar todas las necesidades de salud. En cambio, la sinergia de varios nutrientes obtenidos de una variedad de alimentos es crucial para el bienestar general. Johannah Katz, de Florida, enfatiza que, aunque ciertos alimentos pueden proporcionar beneficios significativos para la salud, la nutrición óptima se trata de equilibrio y variedad. Entonces, ¿cuáles son los superalimentos que merecen un lugar en nuestros platos? Los dietistas han identificado varios alimentos destacados que ofrecen un poderoso golpe nutricional. Las verduras de hoja verde oscuro, como la col rizada y las espinacas, encabezan la lista. Estas verduras ricas en nutrientes son bajas en calorías pero altas en vitaminas y minerales esenciales, lo que las convierte en un alimento básico para la salud del corazón y el apoyo cognitivo. Las bayas también hacen un fuerte caso para el título de superalimento. Son bajas en azúcar y altas en antioxidantes, particularmente antocianinas y flavonoles, que se han relacionado con la salud del cerebro y del corazón. Las fresas, en particular, han demostrado mejorar la función cognitiva y reducir la presión arterial cuando se consumen regularmente. Las verduras crucíferas, como el brócoli y los brotes de Bruselas, son conocidas por sus propiedades anticancerígenas debido a su alto contenido de glucosinolatos. La investigación sugiere que estas verduras pueden reducir el riesgo de diversas enfermedades crónicas mientras proporcionan nutrientes esenciales como fibra y vitaminas C y K. Otro alimento poderoso es el salmón, una rica fuente de ácidos grasos omega-3, que desempeñan un papel crucial en la salud del cerebro y las articulaciones, además de reducir la inflamación. Para los entusiastas de las plantas, los frutos secos y las semillas, como las nueces y las semillas de chía, ofrecen una riqueza de grasas saludables para el corazón, proteínas y nutrientes esenciales. Los aguacates aportan sus propios beneficios únicos con grasas saludables que promueven la salud de la piel y la digestión, mientras que las legumbres, como los frijoles y las lentejas, proporcionan proteínas y fibra asequibles de origen vegetal. Los boniatos, con sus vitaminas A y C, y los productos lácteos fermentados como el yogur, conocidos por sus probióticos, también ganan su estatus de superalimento. Finalmente, el tofu y el té verde completan la lista, siendo el tofu una fuente versátil de proteína completa y el té verde una dosis concentrada de antioxidantes asociados con varios beneficios para la salud. Si bien los superalimentos pueden desempeñar un papel en la gestión del peso y la salud general, los dietistas instan a las personas a centrarse en una dieta equilibrada y diversa en lugar de fijarse en alimentos individuales. Lisa Andrews refuerza este sentimiento al afirmar que los superalimentos pueden apoyar la pérdida de peso cuando se incorporan en una dieta controlada en calorías, principalmente al aumentar la ingesta de fibra y desplazar los alimentos procesados. En resumen, los superalimentos son, sin duda, dignos de atención por sus méritos nutricionales. Sin embargo, como dice acertadamente la dietista Julie Lichtman, "no son el todo y la nada de una alimentación saludable". La verdadera magia radica en integrar estos alimentos ricos en nutrientes en una dieta variada y basada en alimentos enteros que apoye la salud y el bienestar integral.