Eurozona cierra 2024 con crecimiento en servicios y desafíos económicos persistentes

La conclusión del año 2024 ha traído consigo un panorama económico mixto para la eurozona. En diciembre, la actividad económica de la región ha mostrado signos de debilidad, marcando una nueva caída en el PMI compuesto que se ha situado en 49,6 puntos, un ligero repunte respecto a los 48,3 puntos del mes anterior. Sin embargo, estos números aún indican una contracción en la actividad económica, ya que cualquier cifra por debajo de 50 señala una disminución. El sector de servicios, por otro lado, ha presentado un desempeño más optimista, con el PMI alcanzando los 51,6 puntos, en comparación con los 49,5 de noviembre. Este crecimiento sugiere que, al menos en este sector, la actividad económica está experimentando un repunte, lo que podría ofrecer un alivio a una situación que en general se describe como "frágil". A pesar de este aumento en el sector servicios, la situación general de la eurozona sigue siendo preocupante. El informe destaca que los niveles de actividad se han reducido debido a caídas continuas en los nuevos pedidos y en el empleo, lo que sugiere que las empresas están enfrentando desafíos significativos. La inflación también ha comenzado a ejercer presión sobre la economía, lo que añade un nivel adicional de incertidumbre en un panorama ya inestable. Un análisis más detallado revela que no todos los países de la eurozona están experimentando la misma tendencia. Alemania, Francia e Italia han registrado reducciones en su actividad comercial en diciembre, siendo Francia el más afectado con un PMI de 47,5 puntos. Alemania se situó en 48 puntos, lo que indica una contracción notable, mientras que Italia registró una disminución marginal, alcanzando un PMI de 49,7. En contraste, España ha logrado salir de esta tendencia negativa, mostrando un dinamismo en su sector privado que lo coloca en máximos de casi dos años. Este crecimiento en el PMI español es un rayo de esperanza en medio de un contexto complicado. La mejora en la actividad económica en España e Irlanda subraya que, aunque la eurozona en su conjunto enfrenta retos, hay economías individuales que están mostrando resiliencia. Un análisis del economista jefe del Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia, sugiere que, aunque los datos de diciembre no son una base sólida para anticipar un auge en el sector servicios en 2025, hay signos de que la caída en nuevos pedidos ha dejado de ser tan pronunciada. Este leve optimismo sugiere que las empresas pueden estar comenzando a adaptarse a las condiciones del mercado. De la Rubia también señala que las empresas del sector servicios no están tan expuestas a las amenazas de aranceles estadounidenses como sí lo están los fabricantes. Esto podría significar que el sector servicios podría actuar como un amortiguador para la economía en caso de que la debilidad industrial continúe afectando a la región en el próximo año. Sin embargo, no todo son buenas noticias. El análisis también indica que la inflación en el sector servicios se mantiene en niveles preocupantes, impulsada por el aumento de los costos y el traslado de estos a los precios de venta. Esta situación plantea un reto significativo para la política monetaria en la eurozona. Con el contexto actual, el banco central europeo deberá proceder con cautela. De la Rubia sugiere que solo deberían considerarse pequeños recortes en los tipos de interés durante el primer trimestre de 2025. Esta estrategia prudente podría ser necesaria para navegar por un entorno económico que sigue siendo incierto y lleno de desafíos. En resumen, la situación económica en la eurozona al concluir 2024 es un reflejo de contrastes. Mientras que en algunos países la actividad comercial sigue en descenso, otros, como España, muestran signos de recuperación. Con la inflación y otros factores en juego, el camino hacia un crecimiento sostenible parece lleno de obstáculos, y la cautela se presenta como una virtud esencial para los próximos meses.