IAG enfrenta desafíos en el mercado aéreo por tensiones comerciales y caídas en acciones

IAG enfrenta desafíos en el mercado aéreo por tensiones comerciales y caídas en acciones

IAG enfrenta caídas del 23,53% en 2025, afectada por la guerra comercial y la incertidumbre económica, pero mantiene perspectivas optimistas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La situación de International Airlines Group (IAG) se ha convertido en un tema candente en el ámbito financiero, especialmente tras los recientes acontecimientos en el mercado de valores. En 2025, la matriz de Iberia, British Airways, Vueling y Level ha liderado las caídas en el índice Ibex, mostrando un descenso preocupante del 23,53% en lo que va de año, y un alarmante 36,82% desde su máximo alcanzado el 7 de febrero. Este retroceso ha suscitado una serie de interrogantes sobre la salud del sector aéreo y su exposición a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países. La guerra arancelaria impulsada por Donald Trump ha generado incertidumbre en la industria, y las aerolíneas han comenzado a sentir el impacto. IAG se encuentra entre las más vulnerables debido a su alta dependencia de la economía estadounidense. Desde que el 31 de marzo Virgin Atlantic lanzó advertencias sobre sus expectativas de ganancias, IAG se ha visto atrapada en una montaña rusa de volatilidad en sus acciones, experimentando caídas significativas y ligeras recuperaciones en cortos periodos de tiempo. El fenómeno también se ha visto agravado por las revisiones a la baja en las previsiones de beneficios de varias aerolíneas norteamericanas. Delta Air Lines, por ejemplo, retiró su pronóstico de ganancias récord, citando una desaceleración en el crecimiento provocada por la guerra comercial. Otras compañías como American Airlines y United Airlines han expresado preocupaciones similares. Este escenario ha puesto a IAG en una posición precaria, ya que una mayor incertidumbre en el sector puede afectar directamente su desempeño financiero. Además, el año pasado fue excepcional para IAG, ya que se consolidó como la aerolínea con mejor rendimiento en Europa, duplicando el precio de sus acciones durante 2024 y logrando un incremento del 20% hasta los máximos de febrero. Este auge se ha traducido en una recogida de beneficios que ahora se manifiesta en la caída de su valor. La compañía ha decidido no comunicar novedades al mercado hasta la presentación de sus resultados trimestrales, programada para el próximo 9 de mayo, dejando a los inversores en un limbo de especulación. A pesar de las adversidades, la demandada en el segundo trimestre parece mantenerse firme, según recientes encuentros con analistas. La compañía ha afirmado que no muestra signos de debilidad, a diferencia de sus competidores. IAG también tiene planes de pagar un dividendo total de 435 millones de euros y de amortizar acciones por un valor de mil millones, lo que podría ser un alivio para los accionistas en medio de la tormenta. Sin embargo, los analistas no ven a IAG con una sola mirada. Recientemente, firmas como Barclays y Bankinter han rebajado su precio objetivo en hasta un 40%, fundamentando su preocupación en riesgos económicos y mayores perspectivas de inflación. Sin embargo, otros, como Bernstein, han defendido a IAG, destacando su sólido retorno sobre el capital y su EBIT, que se sitúa en cómodos niveles de doble dígito en comparación con la competencia. JPMorgan, por su parte, ha calificado la caída de las acciones de IAG como "exagerada" y ha elevado su precio objetivo. A pesar de la caída, BlackRock ha aumentado su participación en IAG, lo que puede ser una señal de confianza en la compañía a largo plazo. Su participación ha crecido del 2,23% al 3,01%, un movimiento que puede generar optimismo entre los inversionistas que buscan oportunidades en momentos de incertidumbre. Es importante señalar que las conexiones entre Norteamérica y el Reino Unido representan el 31% de la capacidad de IAG en rutas de largo alcance, en comparación con el 19% de las operaciones entre España y América Latina. En este sentido, el mercado estadounidense es un factor crucial, ya que aproximadamente el 17% de los ingresos de IAG provienen de este país, lo que equivale a unos 5.400 millones de euros, una cifra comparable con los 5.600 millones provenientes de España. En resumen, IAG se encuentra en una encrucijada, lidiando con las repercusiones de la guerra comercial y un entorno económico incierto. A pesar de las caídas en el mercado, existen perspectivas optimistas que destacan la fortaleza de la compañía frente a sus competidores. El futuro de IAG dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a un mercado cambiante y de la evolución de las tensiones comerciales, que siguen marcando la pauta en el sector aéreo.

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