Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Esta semana marca un momento significativo para la economía española, ya que el Tesoro Público iniciará las subastas de deuda correspondiente al año 2025. Según el calendario oficial del Tesoro, el próximo 14 de enero se llevará a cabo la subasta de Letras a tres y nueve meses, seguida el 16 de enero con la emisión de bonos y obligaciones del Estado. Estas subastas son una herramienta clave para la financiación del país y se anticipa que atraigan la atención de numerosos inversores tanto nacionales como internacionales. El cierre del año 2024 dejó un panorama de estabilidad en la emisión de deuda. La última subasta en 2024, celebrada el pasado 10 de diciembre, resultó en la venta de 2.582 millones de euros en Letras a tres y nueve meses. Durante esa subasta, el Tesoro logró recortar los intereses, alcanzando niveles que no se veían desde hace dos años, lo que sugiere una gestión efectiva de la deuda y un entorno favorable para la captación de recursos. De acuerdo con el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, el Tesoro Público cerró el año 2024 con una emisión neta de deuda de 55.000 millones de euros, lo que representa una disminución de 10.000 millones en comparación con el año anterior, cuando se alcanzaron los 65.126 millones. Este descenso se atribuye al robusto crecimiento de la economía española y al compromiso del Gobierno con la responsabilidad fiscal, un factor que genera confianza tanto en el mercado interno como en el internacional. La cifra de emisión bruta de deuda asciende a 259.341 millones de euros, un incremento moderado respecto a los 251.995 millones del año anterior. Esta tendencia se alinea con el compromiso del Gobierno de reducir el déficit y la ratio de deuda sobre el PIB, que se espera que baje al 102,5% en 2024 desde el 105,1% registrado en 2023. Esta caída de la ratio de deuda es un indicador positivo que sugiere una trayectoria de mejora en la estabilidad financiera del país. Uno de los aspectos destacados es la duración media de la deuda, que se mantiene cerca de los ocho años. Este dato es crucial, ya que contribuye a contener y estabilizar la carga de intereses sobre el PIB en los años venideros, reforzando así la sostenibilidad de la deuda pública española. Esta estrategia es esencial para asegurar que el país no solo logre financiar sus necesidades, sino que lo haga de manera eficiente y responsable. El coste medio de la deuda en circulación se estableció en un 2,21%, un leve incremento de solo doce puntos básicos en comparación con el cierre de 2023. Por su parte, el coste medio de la deuda emitida continúa su descenso, situándose en un 3,16%, lo que implica una reducción de 28 puntos básicos respecto al año anterior. Estas cifras son alentadoras y reflejan un entorno de tipos de interés que sigue siendo favorable para el endeudamiento público. Un aspecto que no debe pasarse por alto es la participación creciente de los inversores internacionales en la compra de bonos y obligaciones. En 2024, estos adquirieron el 43,6% de los títulos emitidos, marcando un aumento de 2,2 puntos porcentuales en comparación con 2023. Esto indica un interés renovado y una confianza en la economía española que, en los últimos dos años, ha llevado a los inversores internacionales a incrementar sus tenencias en más de 134.000 millones de euros. La situación financiera del país, con un enfoque en la reducción del déficit y una gestión prudente de la deuda, posiciona a España de manera competitiva en los mercados globales. La expectativa es que las subastas de deuda de esta semana generen un interés significativo, lo que no solo permitirá al Gobierno financiar sus necesidades, sino que también podrá hacerlo a costes sostenibles. Con la mirada puesta en el futuro, las acciones del Tesoro en esta nueva ronda de subastas serán un termómetro de la confianza del mercado en la economía española. La capacidad de atraer inversores, tanto locales como foráneos, será esencial para mantener la estabilidad y potenciar el crecimiento en un entorno económico que continúa presentando desafíos a nivel global. Así, el inicio de las subastas de 2025 se presenta como un capítulo crucial en la historia reciente de la economía española, donde la prudencia fiscal y la gestión eficiente de la deuda son más indispensables que nunca. La comunidad financiera estará atenta a los resultados, que podrían tener repercusiones significativas tanto para la política económica del país como para la percepción internacional de España como destino de inversión.