Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El reciente informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la confianza del consumidor correspondiente al mes de noviembre revela una mejora en la percepción de los españoles, aunque esta sigue en terreno negativo. Con un índice de confianza del consumidor (ICC) que se sitúa en 80,6 puntos, se ha registrado un incremento de un punto respecto al mes anterior y un aumento de casi cuatro puntos en comparación con el mismo mes del año pasado. Sin embargo, es importante destacar que este índice continúa por debajo de los 100 puntos, que marcan la línea entre una percepción positiva y negativa. Analizando en detalle los dos componentes que conforman el ICC, se observa que el indicador que se refiere a la situación actual ha experimentado un aumento de 0,8 puntos, alcanzando los 73,8. En contraste, el indicador de expectativas ha mostrado un ascenso más notable, incrementándose en 1,3 puntos hasta llegar a los 87,5. Estos datos sugieren una ligera recuperación en la percepción actual de los consumidores, aunque las expectativas a futuro presentan un panorama más matizado. Dentro del índice de situación actual, se han producido variaciones significativas. La valoración del mercado de trabajo ha subido 2,8 puntos, lo que podría indicar una percepción más optimista sobre las oportunidades laborales. Además, la valoración de los hogares también ha crecido, con un aumento de 3,4 puntos. Sin embargo, no todo son buenas noticias, ya que la percepción sobre la situación económica general ha disminuido en 4 puntos con respecto a octubre, reflejando una cierta incertidumbre en el contexto económico global. En lo que respecta al índice de expectativas, se ha observado un comportamiento divergente. Por un lado, las expectativas sobre la evolución de la economía en el futuro han caído 2,9 puntos, lo que puede ser interpretado como un signo de desconfianza respecto a la recuperación económica. Sin embargo, las expectativas sobre la situación futura de los hogares han mejorado en 3,7 puntos y el mercado laboral también ha visto un incremento en la confianza, con un aumento de 3 puntos. La encuesta del CIS, que se realizó entre el 15 y el 19 de noviembre a una muestra de 2.860 personas, también ha puesto de manifiesto un aumento en los temores de inflación, que han crecido en 3,9 puntos. La preocupación por un incremento futuro de los tipos de interés también ha aumentado, en este caso en 5,6 puntos. Estas preocupaciones pueden estar influyendo en la percepción general de los consumidores y, por ende, en su comportamiento de gasto. A pesar de estos temores, las expectativas de ahorro han experimentado un crecimiento de 2,4 puntos, lo que sugiere que los consumidores están adoptando un enfoque más cauteloso en la gestión de sus finanzas personales. Por otro lado, las expectativas de consumo también han mostrado un ligero aumento de 1,3 puntos, lo que podría indicar que, a pesar de las preocupaciones, los consumidores están dispuestos a seguir gastando, aunque de forma más consciente. Es esencial considerar que estos datos están enmarcados en un contexto económico complejo, donde los desafíos globales, como la inflación y los tipos de interés, siguen ejerciendo presión sobre la economía doméstica. A medida que los consumidores navegan por esta incertidumbre, es probable que sus decisiones se vean influidas por la evolución de estos factores en los próximos meses. En conclusión, aunque la confianza del consumidor ha mostrado señales de mejora en noviembre, persisten preocupaciones sobre la situación económica futura. La dicotomía entre la mejora en la percepción del mercado laboral y la disminución de la confianza económica general pone de relieve un panorama mixto que podría influir en la toma de decisiones de los consumidores en el corto y mediano plazo. Con todos estos factores en juego, será fundamental seguir de cerca la evolución del ICC en los próximos meses para entender mejor la dinámica del consumo en España.