Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El panorama económico en Perú está mostrando signos de optimismo entre los empresarios, un hecho que ha sido destacado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a partir de los resultados más recientes de la encuesta de Expectativas Macroeconómicas, elaborada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Esta es la tercera ocasión consecutiva en que se reporta un fortalecimiento de las expectativas empresariales, lo que sugiere que el clima de negocios en el país está experimentando una notable recuperación. Los datos revelados indican que todos los indicadores empresariales se encuentran en un tramo optimista, lo que es una señal alentadora sobre la situación económica y la actividad empresarial. Este optimismo se manifiesta en diferentes frentes, incluyendo la confianza en la economía en general, la situación de las empresas, la proyección de la demanda de productos, la intención de contratar personal y los planes de inversión. Uno de los indicadores más destacados es el de la contratación de personal, que se sitúa en 53.6 puntos, alcanzando el nivel más alto desde septiembre del 2016. Este aumento en la intención de contratación sugiere que las empresas están anticipando un crecimiento en sus operaciones y, por lo tanto, necesitan mano de obra adicional, lo que podría tener un impacto positivo en el mercado laboral del país. En términos de inversión, las expectativas también son alentadoras. Con un puntaje de 52.3 puntos, las proyecciones de inversión a tres meses han alcanzado su nivel más alto desde enero de 2020. Esto podría ser un indicativo de que las empresas están dispuestas a reinvertir en sus operaciones y expandir sus capacidades, lo cual es esencial para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo. Además, las expectativas sobre la economía en general también han mostrado un incremento. Con un puntaje de 51.9, estas expectativas son las más optimistas desde noviembre de 2020. Este aumento en la confianza en la economía puede estar relacionado con el desempeño positivo en varios sectores productivos, que están viendo un repunte en sus actividades y resultados. Otro aspecto que merece la pena mencionar es el desempeño de la producción de electricidad, que creció un 3.7% en julio y un 3.1% en agosto. Estas cifras representan las tasas de crecimiento más altas desde febrero del 2024, lo que refleja un aumento en la demanda y en la capacidad de generación de este recurso vital para la economía peruana. La producción de hidrocarburos también ha mostrado cifras significativas, con un incremento del 21.7% en julio y un 9% en agosto, marcando dos meses consecutivos de crecimiento. Por otro lado, las importaciones de bienes de capital han registrado un notable aumento, con un crecimiento del 13.6% en julio y del 10.8% en agosto. Este incremento se ha observado en todos los rubros, desde maquinaria para la industria hasta equipos para la agricultura y materiales de construcción. Este flujo de importaciones sugiere que las empresas están en un proceso de modernización y expansión de sus operaciones. El MEF ha enfatizado que esta mejora en las expectativas empresariales no es un fenómeno aislado, sino que está alineada con el desempeño positivo de los indicadores de actividad económica. Esto podría implicar que el país está en un ciclo de crecimiento que podría fortalecerse en los próximos meses. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este optimismo debe ser respaldado por políticas públicas que fomenten un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento empresarial. La estabilidad política, la mejora en la infraestructura y la reducción de la burocracia son factores clave que podrían impulsar aún más esta tendencia positiva. En conclusión, el panorama económico actual en Perú se presenta favorable, con un incremento en las expectativas empresariales que sugiere un camino hacia la recuperación y el crecimiento. Las cifras alentadoras en contratación, inversión, y producción son señales claras de que la economía peruana podría estar en el umbral de una nueva etapa de desarrollo. Sin embargo, se requerirá un esfuerzo conjunto de todos los actores del país para asegurar que este optimismo se traduzca en resultados concretos para la población.