Grecia muestra crecimiento económico, pero la lucha diaria persiste para sus ciudadanos

Grecia muestra crecimiento económico, pero la lucha diaria persiste para sus ciudadanos

Grecia muestra crecimiento del 2% en 2023, pero muchos ciudadanos siguen en crisis con salarios bajos y altos costos, reflejando una dura realidad.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El clima económico de Grecia ha mostrado señales de recuperación tras una década de crisis, reflejada en un crecimiento del 2% del producto interno bruto (PIB) en 2023. Sin embargo, para muchos griegos, la mejora es apenas un espejismo. A pesar de los datos alentadores, la vida cotidiana sigue siendo una lucha constante para la población, que se siente atrapada en un ciclo de salarios bajos y precios en aumento. Kyriakos Giannichronis, un joven barista de 27 años, es un ejemplo claro de esta situación. Con un salario que apenas supera los 830 euros al mes, se encuentra con solo 150 euros al final del mes después de pagar su alquiler. "Todo sube", lamenta, reflejando la frustración que sienten muchos griegos que, a pesar de las estadísticas optimistas, no ven cómo estas mejorías se traducen en un aumento de su calidad de vida. El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, está consciente de esta desconexión entre las cifras macroeconómicas y la realidad cotidiana de los ciudadanos. Este fin de semana, durante la Feria Internacional de Tesalónica, se espera que el primer ministro anuncie nuevas medidas de apoyo económico. Estas declaraciones llegan en un momento crítico, ya que su partido, Nueva Democracia, ha visto desplomarse su popularidad tras resultados decepcionantes en las recientes elecciones europeas. Nikos Vettas, economista y director de la fundación IOBE, subraya que, aunque la economía griega está en crecimiento, esto es insuficiente para revertir el daño causado durante la crisis financiera anterior. "La economía crece, pero parte de una base muy baja", explica. Esto significa que los avances en el PIB no se traducen automáticamente en mejoras en el nivel de vida, especialmente cuando los precios de la vivienda y de los alimentos han aumentado significativamente. La situación se complica aún más por las crecientes tasas de inflación y el aumento del coste de vida, que han neutralizado los aumentos salariales. "Los ingresos reales de muchos hogares se ven afectados", afirma Vettas, reflejando las preocupaciones de aquellos cuyas finanzas apenas les permiten cubrir lo básico. Este ciclo de altos precios y salarios estancados deja a muchos griegos luchando por sobrevivir. La popularidad del gobierno de Mitsotakis ha caído drásticamente, con el partido ahora en un 22% de intención de voto, muy lejos del 40,56% que logró en las elecciones legislativas de 2023. Esta pérdida de apoyo se debe en parte a la incapacidad del gobierno para abordar de manera efectiva el aumento de los precios y las dificultades económicas que enfrenta la sociedad. Christina Massiou, una joven peluquera, comparte su inquietud sobre el costo de vida. Ella se pregunta cómo es posible vivir dignamente con alquileres que rondan los 550 dólares. "La vida es tan cara que es imposible ahorrar para emergencias", dice, un sentimiento común entre los jóvenes que intentan construir sus vidas en un entorno económico hostil. La percepción de las generaciones más jóvenes es que, aunque sus padres pueden haber visto tiempos mejores, los jóvenes actuales no tienen muchas oportunidades para mejorar su situación. Alexandra Siouti, amiga de Massiou, destaca que las oportunidades para comenzar una vida autónoma son limitadas, lo que genera un sentimiento de desesperanza en la juventud. Por su parte, el Ministerio de Economía ha insistido en que el ingreso neto disponible de los hogares ha aumentado en los últimos años, posicionando a Grecia en el puesto 16 de la Unión Europea en este aspecto. Sin embargo, estos datos contrastan con las experiencias vividas por muchos, que todavía sienten que no han salido de la crisis. La realidad es que Grecia no se ha transformado en un país próspero como Suiza o Suecia. Algunos sectores, como la construcción y la tecnología, han mostrado un mejor rendimiento, pero para aquellos empleados en sectores cruciales como la hostelería, la mejora sigue siendo esquiva. Giannichronis, trabajando en un café, señala la dificultad de ver un camino claro hacia un futuro mejor en su industria. En conclusión, a pesar de las cifras económicas que sugieren un repunte, la vida diaria de muchos griegos cuenta una historia diferente: una de lucha y adaptación a un entorno económico que todavía no les proporciona la estabilidad y bienestar que anhelan. La desconexión entre las estadísticas y la realidad de los ciudadanos podría ser el mayor desafío que el gobierno de Mitsotakis deberá enfrentar en el futuro cercano.

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