Trump se declara inocente de los cargos de interferencia electoral en medio de batallas legales en curso.

El expresidente Donald Trump se ha declarado oficialmente no culpable de los cargos revisados relacionados con la supuesta interferencia electoral durante una audiencia de lectura de cargos celebrada en Washington el jueves. Sus abogados presentaron la declaración de no culpable en su nombre, ya que Trump optó por renunciar a su derecho a comparecer en la corte durante el procedimiento. La acusación revisada mantiene cuatro cargos clave contra Trump: conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, intento de obstruir un procedimiento oficial y conspiración contra los derechos. Sin embargo, el contexto de estos cargos ha cambiado. Ahora se refieren a las acciones de Trump como candidato político en lugar de sus acciones como presidente en funciones. La acusación establece que, aunque Trump no tenía responsabilidades oficiales respecto a la certificación de la elección, tenía un interés personal en ser declarado el ganador. Este último desarrollo sigue las afirmaciones anteriores de Trump de que los desafíos legales en su contra son parte de una "caza de brujas", destinada a desviar la atención pública de las próximas elecciones presidenciales de 2024. Entre las acusaciones persistentes se encuentra la afirmación de que Trump intentó persuadir al entonces vicepresidente Mike Pence para que bloqueara la certificación de la victoria de Joe Biden. Este punto en particular se convirtió en un tema polémico durante la audiencia, ya que la jueza Tanya Chutkan y el abogado de Trump, John Lauro, participaron en un acalorado debate sobre las implicaciones de las decisiones anteriores de la Corte Suprema. Lauro argumentó que las comunicaciones entre Trump y Pence deberían considerarse un acto oficial, una afirmación que la jueza Chutkan contrarrestó, indicando que la Corte no había resuelto ese asunto y que, en cambio, lo había remitido a su jurisdicción para su resolución. El calendario para el juicio sigue siendo incierto, especialmente con las elecciones presidenciales de 2024 a la vista. La jueza Chutkan enfatizó la necesidad de avanzar en el caso, afirmando que debería haber un progreso independientemente del calendario electoral. Indicó que se emitiría un cronograma del caso "tan pronto como sea posible". Esta audiencia es parte de una compleja red de desafíos legales que rodean a Trump. Además del caso de interferencia electoral, también enfrenta acusaciones relacionadas con documentos clasificados encontrados en su residencia de Florida después de dejar el cargo. Aunque un juez de Florida desestimó ese caso, la decisión está actualmente en apelación. Además, en Georgia, Trump y 18 personas más están acusados de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020. Trump también se ha declarado no culpable en ese caso, pero aún no se ha establecido una fecha de juicio. Sumándose a la turbulencia legal, Trump espera sentencia en Nueva York por cargos relacionados con la falsificación de registros comerciales para ocultar pagos de dinero silencioso conectados a un escándalo que involucra a una actriz pornográfica. A medida que se desarrollan los procedimientos legales, las implicaciones para las ambiciones políticas de Trump—y el panorama político más amplio—se vuelven cada vez más significativas. La intersección de la ley y la política probablemente jugará un papel fundamental en la formación de la narrativa a medida que se acerque la elección de 2024.