Centenarios de oro: la opción mexicana para invertir en tiempos inciertos

En el mundo de las inversiones, el oro se ha consolidado como un activo refugio, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. En México, una de las opciones más populares para aquellos interesados en invertir en este metal precioso son los centenarios, monedas con una rica historia y un valor intrínseco que atrae tanto a inversionistas como a coleccionistas. El centenario de oro fue emitido por primera vez en 1921, como parte de las celebraciones por el centenario de la Independencia de México. Fabricada con oro Ley .900, esta moneda contiene un 90% de oro puro y ha perdurado a lo largo de los años, siendo un símbolo de herencia cultural y patrimonio nacional. En el anverso de la moneda, se puede apreciar un escudo nacional que evoca la historia del país, mientras que en el reverso aparece la emblemática Victoria Alada, que se encuentra en el famoso Ángel de la Independencia, rodeada de los majestuosos volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. La acuñación del centenario se detuvo en 1931, pero se reanudó en 1943 debido a la creciente demanda de monedas de oro. A lo largo de los años, los centenarios no solo han servido como un medio de intercambio, sino también como una inversión segura. Esto es particularmente relevante en un contexto global donde las fluctuaciones de mercado pueden generar incertidumbre. El valor de un centenario, sin embargo, no es fijo y puede variar diariamente, ya que depende del precio del oro en el mercado internacional y de la tasa de cambio entre el peso mexicano y el dólar estadounidense. Por ejemplo, en agosto de 2023, el precio de la onza de oro alcanzó máximos históricos, lo que impactó directamente en el costo de estas monedas. Este dinamismo en los precios es un factor crucial a considerar para quienes deseen invertir en centenarios. Además del centenario, México cuenta con otras monedas de oro, como el Azteca y la pieza que representa a Miguel Hidalgo. Cada una de estas monedas tiene su propia historia y características. Por ejemplo, el Azteca, acuñado en 1917, presenta una imagen del águila, que ha sido un símbolo nacional desde 1825. Por otro lado, la moneda que honora a Hidalgo, el líder del movimiento independentista, se introduce en el contexto de la reforma monetaria de 1905. Desde el año 2000, el Banco de México ha lanzado una nueva serie llamada Libertad Oro, que destaca por estar hecha de 99.9% de oro puro. Esta serie también incluye la Victoria Alada, pero con un diseño renovado que brinda una nueva perspectiva a este emblemático símbolo de la independencia. Para aquellos interesados en adquirir centenarios, el Banco de México ha habilitado una serie de distribuidores autorizados que facilitan esta compra. Entre ellos se encuentran la Casa de Moneda de México, el Museo Interactivo de Economía y varias instituciones bancarias. Es importante mencionar que las compras en la Casa de Moneda se realizan exclusivamente mediante transferencia electrónica, y el horario de atención es limitado, lo que requiere que los potenciales compradores planifiquen su visita adecuadamente. La Casa de Moneda, ubicada en Paseo de la Reforma y con sucursales en otros estados, es uno de los puntos más accesibles para adquirir centenarios de manera física. Por su parte, el Museo Interactivo de Economía, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, también ofrece la posibilidad de compra, aunque únicamente de forma presencial. Esto resalta la importancia de la accesibilidad en la adquisición de estos activos valiosos. En conclusión, los centenarios de oro no solo son una pieza de historia monetaria, sino que también representan una oportunidad de inversión en un activo que ha demostrado ser resistente a las crisis económicas. Con su rica herencia cultural y su valor en oro, estas monedas siguen siendo una opción atractiva tanto para los inversionistas experimentados como para aquellos que buscan diversificar su portafolio en medio de un panorama económico incierto.