Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La industria automotriz en Perú está atravesando un periodo de transformación sin precedentes, marcado por el desplome de las importaciones de vehículos a gasolina y un auge notable en la llegada de autos eléctricos e híbridos. Este cambio radical se hace más evidente a medida que la economía nacional sigue lidiando con las secuelas de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19, que afectó profundamente a diversas sectores, y en particular a la industria automotriz, cuya recuperación ha sido desigual y compleja. Durante los primeros siete meses de 2024, la importación de autos y camionetas a gasolina y diésel ha experimentado caídas alarmantes de dos dígitos. Según datos del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), la importación de automóviles a gasolina, tradicionalmente la más dominante en el sector, mostró un descenso del 24.87% en valor y del 23.82% en volumen. En cifras, esto se traduce en un total de US$624 millones por 50,469 unidades, reflejando un claro patrón de declive que se había iniciado en 2023. En este contexto, las camionetas a gasolina, que en 2023 habían mostrado un repunte del 26.23% en valor y del 18.81% en volumen, también han sufrido un retroceso. Entre enero y julio de este año, la importación de estas unidades alcanzó US$103 millones por 4,162 unidades, evidenciando una disminución del 21.37% en valor y del 12.06% en volumen en comparación con el mismo período del año anterior. Este giro en la demanda sugiere un cambio en las preferencias de los consumidores, que parecen estar cada vez más inclinados hacia opciones más sostenibles. Cabe destacar que los principales proveedores de vehículos a gasolina han sido Japón, Estados Unidos y China. Sin embargo, el panorama se torna completamente diferente en el segmento de vehículos híbridos y eléctricos, donde se ha observado un crecimiento notable. Las importaciones de vehículos híbridos no enchufables, por ejemplo, han aumentado un 30.21% en valor y un 46.29% en volumen, lo que indica un creciente interés por alternativas más ecológicas y eficientes. Los vehículos eléctricos han sobresalido aún más, con un incremento del 79.66% en valor y un asombroso 100% en volumen durante el mismo periodo. Este cambio radical en la dinámica del mercado automotriz refleja una transformación no solo en la oferta, sino también en la demanda, impulsada por una mayor conciencia ambiental y la búsqueda de soluciones que cumplan con los estándares de sostenibilidad. China ha emergido como el líder en la exportación de automóviles eléctricos, mientras que Japón se ha mantenido como un proveedor predominante de camionetas híbridas y eléctricas. Este cambio en los proveedores también refleja una evolución en la industria, donde las empresas se están adaptando a las nuevas demandas del mercado y a la presión por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La transición hacia tecnologías más limpias está siendo favorecida también por posibles incentivos gubernamentales que buscan fomentar la adopción de vehículos sostenibles. Este apoyo no solo se traduce en beneficios económicos, sino que también contribuye al cumplimiento de las metas globales de reducción de emisiones y a la lucha contra el cambio climático. La industria automotriz, que juega un papel crucial en la producción y el empleo en el país, enfrenta desafíos significativos en su camino hacia la modernización. Sin embargo, la creciente aceptación de vehículos eléctricos e híbridos sugiere que podría estar en el umbral de un nuevo capítulo de crecimiento sostenible. A pesar de las caídas en las importaciones de unidades tradicionales, el futuro parece inclinarse hacia la adopción más amplia de tecnologías limpias y eficientes que se alinean con las necesidades y deseos de una sociedad cada vez más consciente de su entorno. En suma, la transformación del sector automotriz peruano es un reflejo de las tendencias globales en movilidad y sostenibilidad. Con cada vez más consumidores optando por alternativas más limpias, es probable que la industria experimente una revitalización que no solo ayudará a la economía, sino que también contribuirá a un futuro más verde y responsable. La clave para este cambio radicará en la capacidad de la industria para adaptarse y evolucionar en un entorno que demanda innovación y compromiso con el medio ambiente.