Crisis de combustible aéreo en Colombia provoca cancelaciones y ajustes en vuelos

La situación actual del suministro de combustible para aviones en Colombia ha generado una creciente preocupación entre las aerolíneas y los pasajeros, tras la alarma emitida por varios distribuidores sobre “inventarios críticos” en diferentes terminales del país. La mayor línea aérea colombiana, Avianca, ha alertado sobre la restricción inmediata en la entrega de Jet Fuel, lo que ha provocado la cancelación de vuelos y un ajuste en los itinerarios programados para las próximas semanas. La inquietud comenzó a manifestarse cuando el Aeropuerto Internacional José María Córdova, que sirve a la ciudad de Medellín, reportó la cancelación de ocho vuelos por falta de combustible, aunque el mensaje fue eliminado rápidamente. Este hecho dejó entrever la gravedad de la situación, ya que la falta de abastecimiento no solo afecta a las aerolíneas, sino también a los pasajeros que dependen de estos servicios para su movilidad. A pesar del alarmante panorama, el presidente Gustavo Petro ha afirmado que “no hay escasez de combustible” y ha instado a las entidades encargadas de la supervisión de empresas a investigar las razones detrás de la falta de combustible en ciertos aeropuertos. Petro ha subrayado que el suministro de gasolina es normal y no hay afectaciones de vuelo atribuibles a esta falta. Sin embargo, su declaración contrasta con la realidad que enfrentan las aerolíneas y los pasajeros. La crisis se ha originado debido a un aumento en la demanda de combustible y una reciente falla eléctrica en la Refinería de Cartagena, que, aunque no ha causado desabastecimiento completo, sí ha afectado la producción. Ecopetrol, la principal empresa petrolera del país, ha reconocido que esta situación ha llevado a una reducción en la disponibilidad de combustible, obligando a la firma a importar 100,000 barriles para contrarrestar el déficit. El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, indicó que actualmente hay disponibilidad del 95% de la demanda actual de combustible aéreo, aunque esto no ha evitado las dificultades en varios aeropuertos. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) también ha alertado sobre el desabastecimiento, que varía dependiendo de cada terminal, y ha anunciado medidas para racionalizar el consumo de combustible, incluyendo la posibilidad de operar con menos pasajeros y la suspensión de algunos vuelos. Entre las ciudades más afectadas se encuentran Leticia, Montería y Bucaramanga, donde los inventarios de combustible se han agotado. En Bogotá, que concentra más del 60% de la operación aérea nacional, la situación se encuentra en niveles críticos, lo que podría generar aún más complicaciones en la movilidad aérea del país. Las aerolíneas ya han comenzado a implementar medidas de emergencia, con Avianca liderando este ajuste en respuesta a las limitaciones de combustible. La empresa ha cerrado la venta de algunos vuelos temporalmente y está ajustando itinerarios para adaptarse a la nueva realidad del abastecimiento. Los pasajeros tienen la opción de solicitar reacomodamientos en sus vuelos programados entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre. El clima político también se ha visto afectado por esta crisis, con la oposición acusando al gobierno de Petro de nombrar a personas sin la experiencia necesaria al frente de Ecopetrol, lo cual podría haber contribuido a la situación actual de desabastecimiento. Mientras tanto, el Gobierno intenta calmar los ánimos y asegurar que se están tomando medidas para resolver la problemática. A medida que la crisis avanza, los pasajeros y las aerolíneas se encuentran en un limbo, esperando que la situación se normalice y que se restablezca el suministro de combustible en todos los aeropuertos del país. La incertidumbre es palpable y muchos se cuestionan si el gobierno logrará gestionar adecuadamente esta crisis antes de que cause un daño irreparable a la movilidad aérea en Colombia. La coordinación entre las autoridades, las aerolíneas y los distribuidores de combustible será clave para superar esta contingencia.