Proyecciones optimistas para la inversión privada en Perú enfrentan desafíos clave

Proyecciones optimistas para la inversión privada en Perú enfrentan desafíos clave

El MEF proyecta un crecimiento de la inversión privada en Perú del 2,5% este año, impulsado por minería, aunque persisten incertidumbres políticas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

El reciente informe del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha arrojado luz sobre las proyecciones de inversión privada en el país, que se espera crezca un 2,5% este año y un 3% el siguiente. Este aumento se fundamenta en el avance de la ejecución de proyectos mineros y el inicio de nuevas construcciones, en un contexto donde las inversiones habían experimentado caídas significativas en los dos años anteriores. El sector minero, uno de los pilares de la economía peruana, se perfila como el motor de este crecimiento. Las expectativas son optimistas, con un aumento proyectado del 5,5% en la inversión minera para 2024 y del 3,5% para 2025. Proyectos como San Gabriel, Chalcobamba I y la ampliación de Toromocho se encuentran en el horizonte, junto con otros planes significativos que podrían sumar miles de millones de dólares a la economía nacional. Sin embargo, la realidad es más compleja. Luis Miguel Castilla, director de Videnza Instituto, subraya que el crecimiento en la inversión no es suficiente para contrarrestar las pérdidas de inversión de los años anteriores. A su juicio, es crucial que la cartera de proyectos expanda su alcance para estimular un crecimiento más robusto. A pesar del optimismo, las tasas de crecimiento proyectadas no son satisfactorias para aspirar a un desarrollo económico sostenible y acelerado. Eduardo Jiménez, jefe del Sistema de Información de Macroconsult, también apunta que la inversión privada se encuentra contenida y no está creciendo a un ritmo deseado. Este estancamiento se atribuye a la falta de confianza en el entorno político y económico, sobre todo en el contexto de las próximas elecciones generales de 2026, que generan incertidumbre entre los inversores. Los proyectos en marcha, tanto en minería como en infraestructura, se caracterizan por su naturaleza a largo plazo. Castilla menciona que muchas de estas iniciativas requieren varios años para ser completadas y, aunque su inicio es positivo, no proporciona un impulso inmediato a la inversión. Proyectos como Tía María, que requieren al menos cinco años de construcción, son ejemplos de esta dinámica. La confianza empresarial es otro factor crítico para el crecimiento de la inversión. Martín Valencia, jefe de Estudios Económicos del Instituto Peruano de Economía, destaca que, a pesar de ciertas mejoras en la confianza, el panorama sigue siendo incierto. Las elecciones de 2026, programadas para abril y con una posible segunda vuelta en junio, están generando cautela entre los inversores, lo que podría limitar el crecimiento de la inversión privada en los próximos años. Las proyecciones para el crecimiento económico a mediano plazo también requieren un análisis más profundo. Valencia señala que el crecimiento estimado del 3% entre 2025 y 2028 dependerá de una serie de factores, incluyendo la consolidación fiscal y la promoción de la inversión privada. Esto implica un esfuerzo coordinado para fomentar un clima de negocios favorable que incentive a los inversionistas. El déficit fiscal proyectado por el MEF para 2025, que se estima en 2,2%, debe ser gestionado con cuidado. Jiménez menciona que la regularización de ingresos del sector minero será fundamental para alcanzar este objetivo. Sin embargo, hay consenso entre los expertos en que la actual administración está trasladando la responsabilidad de la consolidación fiscal a la siguiente gestión, lo que podría complicar la situación financiera del país a mediano plazo. A medida que se avanza hacia un futuro incierto, es evidente que la inversión privada en Perú enfrenta desafíos significativos. Si bien hay señales de crecimiento, es fundamental que los responsables de la política económica establezcan un entorno más predecible y atractivo para los inversores. La articulación de políticas efectivas que promuevan la competitividad y la productividad será clave para asegurar que el país pueda aprovechar al máximo sus recursos y potencial de desarrollo económico. En conclusión, aunque las proyecciones del MEF son alentadoras, los expertos advierten que se requiere trabajar en varios frentes para que la inversión privada no solo se recupere, sino que también se expanda de manera sostenible en el futuro. El camino hacia un crecimiento sólido y constante está lleno de retos, pero también de oportunidades que, si se manejan adecuadamente, podrían transformar la economía peruana en los años venideros.

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