Caída de regalías en hidrocarburos genera preocupación en economía peruana

La caída en las regalías de las empresas de hidrocarburos en Perú ha generado preocupación en el sector energético y en la economía del país. Según un informe de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), durante el primer semestre del año 2024, el pago del régimen de regalías por parte de estas empresas se redujo en un 11.8%, alcanzando un total de 579.44 millones de dólares, en comparación con los 656.71 millones de dólares registrados en el mismo período del año anterior. Este descenso refleja las dificultades que enfrenta la industria en un contexto de precios fluctuantes y desafíos operativos. Los datos revelan que, a pesar de la disminución general, hubo un pequeño repunte en junio, donde las regalías pagadas alcanzaron los 100.87 millones de dólares, lo que representa un incremento del 0.4% respecto a junio de 2023. Sin embargo, este aumento es insuficiente para revertir la tendencia negativa del primer semestre, ya que el monto sigue siendo inferior al de junio de 2022, cuando las regalías ascendieron a 173.47 millones de dólares. Esta comparación pone de relieve la fragilidad del sector y la necesidad de medidas efectivas para estabilizarlo. El desglose de las regalías indica que, en junio, las empresas aportaron 47.93 millones de dólares por la explotación de gas natural, 21.10 millones de dólares por petróleo y 31.84 millones de dólares por líquidos de gas natural. Estos números son indicativos de la importancia del gas natural en la estructura de ingresos del Estado, especialmente en un momento en que el país busca diversificar sus fuentes de energía y mejorar su infraestructura. En este contexto, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) ha anunciado la intención de abastecer a 10 hospitales en diversas regiones del país con gas natural. Esta iniciativa no solo busca mejorar la calidad de los servicios de salud, sino también garantizar un uso más eficiente y sostenible de los recursos energéticos disponibles. La iniciativa podría generar una mayor demanda de gas natural, lo que a su vez podría influir positivamente en las regalías futuras. Por otro lado, la empresa Petrotal también ha hecho anuncios significativos. La compañía ha revelado un nuevo proyecto en Loreto, que implica una inversión de 260 millones de dólares hasta el año 2042. Este proyecto tiene el potencial de impulsar la producción de petróleo y, por ende, las regalías al Estado. Sin embargo, se enfrenta a desafíos relacionados con la regulación ambiental y la relación con las comunidades locales, que son cruciales para el éxito de cualquier operación en la región. A medida que el panorama energético se complica, surge la necesidad de revisar y posiblemente reformar los marcos regulatorios que rigen la industria de hidrocarburos. La SNMPE ha indicado que se están preparando cambios al reglamento de calificación de empresas petroleras, lo que podría traer consigo un nuevo enfoque en la forma en que se gestionan y controlan las actividades en el sector. Estas modificaciones podrían tener un impacto significativo en la inversión y en la estabilidad de las regalías. La caída en las regalías no solo afecta a las empresas, sino también al Estado peruano, que depende en gran medida de estos ingresos para financiar diversos proyectos sociales y de infraestructura. La disminución en el flujo de capital podría traducirse en recortes en áreas críticas como la educación, la salud y la seguridad, afectando en última instancia a la población más vulnerable. Es fundamental que el gobierno y las empresas trabajen de manera conjunta para abordar estos desafíos. Las políticas deben centrarse en fomentar un ambiente propicio para la inversión, garantizando, al mismo tiempo, la sostenibilidad ambiental y el respeto a las comunidades locales. Un enfoque colaborativo podría ser la clave para revitalizar el sector y aumentar las regalías a largo plazo. Finalmente, con la caída de las regalías en el primer semestre de 2024, el futuro del sector hidrocarburífero en Perú se presenta incierto. La combinación de factores externos, como los precios del petróleo y el gas, y factores internos, como la regulación y la inversión, desempeñará un papel crucial en los próximos meses. Sin una estrategia clara y efectiva, las empresas y el Estado podrían enfrentar un panorama aún más desafiante en el futuro cercano.