Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El mercado peruano ha comenzado a destacar en el panorama de inversiones en América Latina, convirtiéndose en el principal destino de inversión chilena en la región. Este notable cambio de tendencia refleja la creciente confianza de los empresarios mapochos en el potencial económico del Perú. Según un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, la inversión chilena en el país andino alcanzó los 7,203 millones de dólares en el primer semestre del presente año, consolidando así un vínculo comercial que se fortalece a diario. Más de 280 empresas chilenas han establecido operaciones en diferentes regiones del Perú, abarcando un total de nueve departamentos. Este fenómeno no solo implica un intercambio comercial, sino también una apuesta por el desarrollo económico local, donde las empresas chilenas se han adaptado a las dinámicas del mercado peruano, ofreciendo productos y servicios que benefician a la población. A medida que Brasil y Argentina pierden su atractivo como destinos de inversión, el Perú se posiciona como una alternativa sólida y fiable. La relación comercial no se limita solo a la inversión; también se extiende al intercambio de bienes. Actualmente, el 47% de las exportaciones chilenas hacia Perú se concentran en apenas 25 productos, lo que evidencia una dependencia significativa en ciertas áreas. A pesar de este éxito, algunos empresarios agroindustriales chilenos han expresado su preocupación por posibles cambios en las reglas de juego que podrían surgir tras las elecciones de 2021, lo que ha generado cierta incertidumbre en el clima de inversión. En el ámbito cambiario, el tipo de cambio ha experimentado variaciones significativas, llegando a S/. 2.817 y con proyecciones que indican un posible aumento a S/. 2.85 en octubre. La situación ha generado extrañeza entre las entidades bancarias, especialmente en lo que respecta al manejo cambiario por parte del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), que ha estado comprando dólares para sostener el precio por encima de los S/. 2.80. Esta dinámica ha llevado a que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) acumulen una considerable cantidad de moneda extranjera en sus arcas. Sin embargo, la historia no siempre es optimista. Hace cinco años, un informe revelaba que el 74% de los ejecutivos tenía una percepción negativa sobre el futuro económico en caso de que las elecciones se adelantaran. Esta cifra reflejaba un nivel de pesimismo que afectaba la confianza empresarial y las decisiones de inversión. A medida que se acercaba la fecha de los comicios, las preocupaciones sobre la estabilidad política y económica se intensificaban. El contexto económico en 2019 era complejo, con un crecimiento proyectado de solo el 2.2% y la posibilidad de un débil inicio para el año siguiente. Las encuestas mostraban una división entre los ejecutivos: el 51% se oponía a la realización de elecciones anticipadas, mientras que el 49% estaba a favor. Este empate en opiniones indicaba un clima de incertidumbre que complicaba la toma de decisiones estratégicas para el futuro. Hoy, el panorama es marcadamente diferente. Si bien las preocupaciones políticas aún persisten, la atracción de la inversión chilena en el Perú ha demostrado ser un factor clave para la estabilidad económica. Las empresas chilenas no solo están invirtiendo capital, sino que también están generando empleo y promoviendo el desarrollo de sectores estratégicos en el país. A medida que se fortalecen las relaciones comerciales, también se incrementa la interdependencia económica entre ambas naciones. En resumen, el 19 de agosto de 2023, el Perú se ha establecido como un destino atractivo para las inversiones chilenas, algo que hace unos años parecía distante. La confianza en el crecimiento económico y la estabilidad política podría continuar atrayendo capitales extranjeros en el futuro, aunque siempre será prudente mantenerse atentos a los cambios en el entorno político y económico que puedan surgir. La evaluación constante y la adaptación a las nuevas realidades serán fundamentales para seguir construyendo un entorno favorable para la inversión en el Perú.