Economía peruana muestra crecimiento modesto y desafíos en varios sectores en 2024

La información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) revela un panorama mixto de la economía peruana a mediados de 2024. En junio, la producción nacional creció un modesto 0,21% en comparación con el mismo mes del año anterior. A pesar de este crecimiento, varios sectores económicos enfrentaron desafíos significativos que ponen de relieve la complejidad del entorno productivo del país. El informe del INEI destaca que un factor importante que afectó el desempeño de numerosos sectores fue la reducción en días laborables, dado que el 7 de junio fue un feriado nacional, mientras que en 2023 ese día se trabajó. Sin embargo, el primer semestre del año mostró un crecimiento más robusto, con un incremento del 2,49% en la actividad productiva, lo que sugiere que, aunque hay contracciones en ciertos sectores, la economía en general ha tenido un desempeño relativamente positivo en el año hasta la fecha. El sector agropecuario, en particular, dio señales preocupantes. La producción cayó un 1,62%, impulsada por un descenso notable en el subsector agrícola, que se contrajo un 3,06%. Esta disminución fue atribuida a la reducción de la superficie sembrada de cultivos clave como la aceituna, el algodón y la papa, que experimentaron caídas de producción de hasta el 79,9%. En contraste, el subsector pecuario mostró un ligero crecimiento del 1,80%, gracias a un aumento en la producción de carne de cerdo, aves y leche fresca. En el área de pesca, los números son sorprendentes. La producción pesquera creció un notable 56,77%, impulsada principalmente por una mayor extracción de especies marinas, como la anchoveta. Esta cifra contrasta fuertemente con las cifras de exportación, ya que la Cámara de Comercio de Lima (CCL) reportó que las exportaciones de pesca no tradicional cayeron un alarmante 43,26% entre enero y mayo de 2024. Estos datos sugieren que, aunque la producción interna para el consumo ha aumentado, las perspectivas en los mercados internacionales son desalentadoras. La minería e hidrocarburos se vieron en una situación peor, con una caída del 7,47%, afectada por una disminución en la producción de metales como el zinc y el cobre. A pesar de algunos incrementos en la producción de molibdeno y plata, la tendencia general en este sector es preocupante, sobre todo para una economía que depende tanto de las exportaciones de recursos naturales. El sector de la construcción también mostró signos de debilidad, al contraerse un 2,40%, afectado por la baja en el consumo interno de cemento. A pesar de esto, se observó un crecimiento en el avance físico de obras públicas, lo que podría indicar un cambio en la dinámica del sector hacia proyectos estatales. Por el contrario, el comercio presentó un crecimiento positivo del 2,28%, impulsado por un aumento en la venta al por mayor de productos textiles y maquinaria. Este sector, junto con Alojamiento y Restaurantes, que creció un 4,66%, indica que hay áreas de la economía que están evolucionando favorablemente, posiblemente debido al aumento en la demanda tras la flexibilización de las restricciones por la pandemia. En el ámbito de los servicios, el sector de telecomunicaciones y otros servicios de información tuvo un crecimiento del 3,21%, reflejando una mayor demanda de servicios de internet y televisión. Esto parece ser un reflejo de la transformación digital que ha acelerado la forma en que las empresas y los ciudadanos interactúan y consumen. Finalmente, el sector Servicios Prestados a Empresas también mostró un aumento, lo que podría ser un indicativo de que las empresas están comenzando a invertir en servicios que les ayuden a adaptarse a un entorno cambiante. Este tipo de crecimiento es alentador y sugiere que, a pesar de los desafíos, hay una apertura hacia la innovación y la mejora en la eficiencia. A medida que el país avanza en el resto del año, la combinación de sectores en crecimiento y contracción sugiere que se necesita una estrategia más coherente para abordar las debilidades y capitalizar las oportunidades. Los datos del INEI son una llamada a la acción para que tanto el sector público como el privado se enfoquen en soluciones que fomenten un crecimiento sostenible y equilibrado.