Rebaja de Fitch afecta la calificación de Israel en medio de la guerra en Gaza

Rebaja de Fitch afecta la calificación de Israel en medio de la guerra en Gaza

Fitch rebaja la calificación crediticia de Israel a "A" por la guerra en Gaza, generando preocupaciones económicas y políticas en el país.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

La reciente decisión de la agencia de calificación Fitch de rebajar la calificación crediticia de Israel a "A", desde "A+", ha generado repercusiones significativas en el ámbito económico y político del país. Este movimiento se enmarca en el contexto de la prolongada guerra en Gaza, que no solo ha dejado una estela de devastación en términos humanitarios, sino que también ha comenzado a impactar de manera adversa la evaluación de la solidez económica de la nación. El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, reaccionó a la rebaja de Fitch señalando que era una decisión "natural", considerando que el país se encuentra en medio de una "guerra existencial", la más larga y costosa en su historia. Este comentario ilustra la percepción del gobierno israelí respecto a la situación y su compromiso de continuar apoyando los esfuerzos bélicos. Smotrich subrayó que la guerra se libra en múltiples frentes y lleva ya casi un año, lo que ha generado un aumento considerable en los gastos públicos destinados a la defensa. Por su parte, la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu se apresuró a asegurar que la economía israelí sigue siendo sólida y funciona adecuadamente, a pesar de los desafíos que plantea el conflicto. Esta respuesta refleja una estrategia de comunicación que busca mitigar el impacto de la rebaja en la calificación crediticia, sin embargo, las proyecciones de Fitch pintan un panorama preocupante para el futuro económico del país. Los analistas de Fitch han alertado que el déficit presupuestario de Israel podría alcanzar un alarmante 7.8% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2024, con una deuda que se mantendrá por encima del 70% del PBI a medio plazo. Esta situación no solo es insostenible, sino que también podría generar un efecto dominó en los indicadores de gobernanza del Banco Mundial, deteriorando aún más el perfil crediticio de Israel. En medio de este escenario, Smotrich se ha comprometido a que el gobierno aprobará un presupuesto responsable para 2025 que continúe apoyando las necesidades de la guerra. Esta promesa sugiere que la administración israelí está dispuesta a priorizar el gasto militar en detrimento de otros sectores, lo que podría tener consecuencias a largo plazo para la estabilidad económica del país. La rebaja de Fitch no es un hecho aislado. Desde hace varios meses, otras agencias de calificación, como Moody's y S&P Global, también han ajustado a la baja sus evaluaciones de la economía israelí, reflejando un cambio en la percepción del riesgo asociado a la situación geopolítica. Moody's, por ejemplo, rebajó por primera vez en su historia la calificación de solvencia de Israel debido al conflicto en Gaza, estableciendo una perspectiva negativa que subraya la fragilidad económica en medio de la guerra. Asimismo, S&P Global ha indicado que el déficit del gobierno de Israel podría ampliarse al 8% del PBI en 2024, principalmente por el incremento en el gasto en defensa. La guerra no solo ha sido devastadora en términos de vidas humanas, sino que también está afectando profundamente la capacidad del gobierno para mantener un equilibrio fiscal sano. La situación en Gaza, con cerca de 40,000 muertes, en su mayoría de civiles, resuena no solo en el ámbito humanitario, sino también en el económico. La percepción internacional de Israel como un lugar seguro para invertir o hacer negocios podría verse afectada, lo que a su vez podría limitar el crecimiento económico futuro. La promesa del gobierno de que la calificación crediticia se elevará una vez que se logre una victoria en la guerra es, por ahora, una declaración de intenciones que no se alinea necesariamente con las realidades económicas proyectadas por expertos. En un contexto donde la guerra parece no tener un final claro, la incertidumbre económica y el riesgo geopolítico se convierten en una preocupación constante para los ciudadanos y las empresas israelíes. El futuro económico de Israel, en gran medida, dependerá no solo de la resolución del conflicto en Gaza, sino también de la capacidad del gobierno para gestionar el gasto público de manera efectiva y mantener la confianza de los inversores en un entorno cada vez más volátil. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para definir el rumbo económico del país y su estabilidad a largo plazo.

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