Desilusión y esperanza: la comunidad venezolana en Lima ante la crisis electoral

Desilusión y esperanza: la comunidad venezolana en Lima ante la crisis electoral

La comunidad venezolana en Lima vive desilusión tras elecciones en su país, con temor por un nuevo éxodo y la esperanza de un cambio.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Política

La comunidad venezolana en Lima se encuentra sumida en un mar de emociones contradictorias tras el reciente proceso electoral en su país, marcado por acusaciones de fraude y la sensación de desilusión. Hace tan solo una semana, el ambiente era de celebración; las calles vibraban con el bullicio de una caravana de autos que, en un primer momento, parecía anunciar el fin del régimen de Nicolás Maduro. Sin embargo, la realidad se tornó sombría cuando los resultados comenzaron a cuestionarse, generando desazón entre los venezolanos que residen en Perú. La politóloga Maibort Petit advierte que la crisis actual en Venezuela no solo afecta a sus habitantes, sino que reverbera en toda la región. Según ella, el régimen cívico-militar que controla el país ha tejido una red criminal con aliados estratégicos en potencias como Rusia y China, lo que complica aún más la situación. Este contexto ha llevado a un aumento significativo en la migración de venezolanos, que ya alcanzan los 7,2 millones en el extranjero, con un temor palpable de que muchos más se vean forzados a abandonar su tierra natal. Los venezolanos que han encontrado refugio en Perú desde 2017 y 2018 comparten un sentimiento de incertidumbre y angustia. Muchos de ellos huyeron de la pobreza y la violencia, pero a pesar de su anhelo por regresar, las condiciones actuales en Venezuela les hacen temer por el bienestar de sus familias. La posibilidad de un nuevo éxodo se cierne sobre sus cabezas, intensificando la angustia de una comunidad ya desgastada por la experiencia migratoria. Las cifras sobre la situación migratoria de los venezolanos en Perú son alarmantes. De los aproximadamente 1,3 millones de venezolanos en el país, solo 659 estaban habilitados para votar en las últimas elecciones. La represión ejercida por el régimen madurista ha sido evidente, limitando severamente el ejercicio del derecho al sufragio. Este hecho ha dejado a la comunidad frustrada y desalentada, con apenas 210 venezolanos participando en el proceso electoral, y solo nueve de ellos votando a favor del actual gobierno. Las historias personales de los venezolanos en Perú son el reflejo de una lucha constante por la superación en medio de la adversidad. Juan Luis Martínez, un chef destacado en el ámbito gastronómico, llegó a Lima en 2014 buscando un futuro mejor. Su experiencia en el país ha sido gratificante, pero las elecciones recientes le recordaron la desilusión de un sistema que sigue afectando a su tierra natal. "No tengo más familia en Venezuela, todos migraron. Aquí me quedo, siento que aquí es mi casa", afirma con determinación. Otra voz que se destaca es la de Vanessa Rolfini, periodista de gastronomía, quien llegó a Perú en 2016. Su experiencia, aunque marcada por un inicio prometedor, también resuena con la tristeza de la migración. "La trampa estaba cantada", dice, refiriéndose a las elecciones, y plantea la necesidad de un cambio real. A pesar de su deseo de reencontrarse con su familia, que no ha visto en ocho años, no planea regresar a vivir en su país. Luis Fernando Nunes, un politólogo que ha vivido en Perú durante más de dos décadas, también ofrece un testimonio valioso. Su activismo por las libertades democráticas ha generado tensiones con el régimen, y su regreso a Venezuela se ha visto dificultado por numerosas restricciones. Sin embargo, su esperanza persiste. "Estoy seguro de que de esto vamos a salir con la frente en alto", afirma, convencido de que el cambio en su país es posible, aunque eso implique dejar atrás su vida en Perú. La comunidad venezolana en Lima se encuentra en un punto de inflexión, enfrentando no solo la desilusión por un proceso electoral viciado, sino también la incertidumbre sobre su futuro. Las historias compartidas de sus miembros revelan el profundo deseo de un cambio que no solo les devuelva la esperanza, sino que también les permita reunirse con sus seres queridos en un país que finalmente les brinde la dignidad que merecen. Mientras tanto, la comunidad permanece unida, apoyándose mutuamente en sus esfuerzos por adaptarse a su nueva vida en Perú y al mismo tiempo mantener viva la esperanza de una Venezuela libre y próspera. La lucha no es solo por ellos, sino también por quienes aún quedan en su tierra natal, esperando un cambio que parece lejano, pero que muchos creen posible. La resiliencia de los venezolanos en Lima es un testimonio poderoso de la capacidad humana para resistir y soñar, incluso en los momentos más oscuros.

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