Hace cinco años: Propuestas para fortalecer la economía peruana

Hace cinco años: Propuestas para fortalecer la economía peruana

Hace cinco años, Jorge del Castillo propuso mayor regulación en servicios bancarios. Aumenta confianza en Lima, pero desafíos persisten a nivel nacional. Necesidad de impulsar empleo y colaboración pública-privada para crecimiento sostenible. La historia económica enseña lecciones clave para el futuro del país.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

Hace cinco años, un día como hoy, Jorge del Castillo, representante del partido político APRA, propuso una mayor regulación en los servicios bancarios durante un debate en el Foro del Acuerdo Nacional. Del Castillo expresó su opinión de que tanto la Superintendencia de Banca como el Indecopi estaban haciendo muy poco para garantizar un buen funcionamiento de la economía. Según el ex premier, la crisis mundial había dejado en evidencia que la política de "dejar hacer, dejar pasar" no había sido efectiva en su totalidad. En esa misma fecha, se registró un incremento en el índice de confianza en Lima, alcanzando su nivel más alto desde mediados de 2013. Sin embargo, este aumento se vio reflejado únicamente en los estratos socioeconómicos C, D y E, mientras que en los niveles A y B no se observaron variaciones significativas. La mejora en la confianza de los consumidores limeños se atribuyó principalmente a la mayor disponibilidad de empleo, aunque todavía no se había traducido en un aumento claro en las ventas de las empresas relacionadas con el consumo. En cuanto al empleo, se reportó que en provincias no se estaba registrando un crecimiento significativo, con un aumento del 0.4% en Lima. La desaceleración económica estaba teniendo un impacto mayor en la actividad comercial e industrial, siendo Huancavelica y Cerro de Pasco las zonas con mayor contracción en el empleo, mientras que Paita presentaba los mejores resultados. Las empresas con 50 o más empleados eran las que seguían contratando personal en ese momento. Este panorama económico mixto reflejaba la necesidad de buscar nuevos mecanismos de regulación para garantizar un equilibrio en el mercado y estimular el crecimiento económico de forma sostenible. Las propuestas de Del Castillo y otros líderes políticos apuntaban a fortalecer los organismos reguladores existentes para mejorar la supervisión de los servicios bancarios y otros sectores clave de la economía. A medida que la confianza del consumidor aumentaba en Lima, era importante analizar cómo estas tendencias se traducirían en un mayor dinamismo económico a nivel nacional. La necesidad de impulsar la generación de empleo, especialmente en las regiones menos favorecidas, se perfilaba como un desafío urgente para las autoridades y los empresarios. En un contexto de desaceleración, la colaboración entre el sector público y privado se antojaba como fundamental para promover un crecimiento inclusivo y sostenible en el país. A cinco años de estos acontecimientos, resulta relevante recordar las discusiones y propuestas planteadas en un día como hoy, que ponen de manifiesto la importancia de fortalecer la regulación en el sector financiero, así como de promover políticas que impulsen la creación de empleo y el desarrollo económico equitativo en todas las regiones del país. La historia económica nos enseña que la colaboración y la planificación son clave para superar los desafíos y construir un futuro próspero para todos los peruanos.

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