Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los últimos reportes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) han revelado datos alentadores en cuanto a la producción y empleo en el país, con crecimientos interanuales superiores al 5% durante los meses de abril y mayo. En Lima Metropolitana, se ha registrado un aumento del 4.7% en los puestos de trabajo, indicando una leve mejoría en el empleo adecuado. Estas cifras han generado un optimismo moderado después de las caídas experimentadas el año pasado, pero lamentablemente, este panorama positivo no alcanza a todos los sectores de la población, en particular a los jóvenes. Según la especialista Carolina Trivelli, los jóvenes se encuentran en una situación de precariedad laboral y desaliento, lo que los lleva a considerar la posibilidad de emigrar en busca de mejores oportunidades. Dentro de este grupo, existe una preocupación creciente por los llamados "ninis", jóvenes de entre 15 y 29 años que ni estudian, ni trabajan. En el 2023, el 18.2% de los jóvenes en este rango de edad se encontraba en esta situación, lo que representa un aumento con respecto al 2019 y marca el nivel más alto desde el 2006, excluyendo el impacto de la pandemia. Las regiones con mayor proporción de ninis son Tumbes, Loreto y Tacna, lo que refleja una realidad preocupante en la que estos jóvenes no generan ingresos ni acumulan capital humano, dificultando su capacidad para romper el ciclo de la precariedad. Además, ocho de cada 10 ninis no buscan activamente empleo, lo que agrava aún más su situación. Es importante no caer en estereotipos que consideren a estos jóvenes como flojos, ya que se trata de un grupo heterogéneo con diversos problemas estructurales que dificultan su inserción laboral. Uno de los aspectos a tener en cuenta es que dos tercios de los ninis son mujeres, muchas de las cuales se ven obligadas a abandonar los estudios para dedicarse al trabajo doméstico, limitando sus oportunidades de acceso al mercado laboral. También se destaca que aproximadamente un tercio de los ninis se encuentra en situación de pobreza, lo que les impide continuar con su formación académica y dificulta su empleabilidad en un mercado laboral cada vez más precario y con ingresos estancados. Para abordar el problema de los ninis, es fundamental implementar políticas que promuevan la permanencia de los jóvenes en el sistema educativo, especialmente aquellos en el rango de 15 a 18 años. Asimismo, es necesario adoptar medidas que faciliten su inserción laboral de manera menos precaria, teniendo en cuenta las dificultades particulares que enfrentan las mujeres ninis. Ofrecer formación flexible y diversa, así como incentivar el cuidado diurno, son algunas de las estrategias que podrían contribuir a mejorar la situación de este grupo vulnerable. El contexto económico actual y las condiciones institucionales del país están desalentando a los jóvenes a construir un futuro en Perú, lo que representa una pérdida potencial de talento y productividad para la nación. Es necesario promover mejores condiciones para los jóvenes peruanos en general, sin descuidar la atención y el apoyo específico que requieren los ninis, un grupo en crecimiento que enfrenta desafíos complejos pero urgentes. La inclusión de políticas focalizadas y sostenidas en el tiempo podría marcar la diferencia en la vida de estos jóvenes y en el desarrollo del país en su conjunto.