Fitch Ratings confirma calificación de México: retos y perspectivas

La agencia Fitch Ratings ha confirmado la calificación de riesgo crediticio de México en 'BBB-' con perspectiva estable, destacando que esta decisión se basa en un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y una relación deuda pública/PIB por debajo de la mediana de 'BBB'. Sin embargo, la calificadora ha señalado que existen limitaciones, como indicadores de gobernanza débiles, un historial de crecimiento moderado a largo plazo y riesgos fiscales relacionados con pasivos contingentes de Pemex y rigideces presupuestarias. Uno de los puntos que Fitch Ratings ha puesto en relieve es el paquete de reformas propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual, de ser implementado, podría tener un impacto negativo en el perfil institucional de México. A pesar de esto, la agencia considera que es demasiado pronto para evaluar la magnitud de esta afectación antes de que las reformas sean aprobadas y puestas en marcha. En cuanto a la gobernanza en México, Fitch señala que esta es relativamente débil, con una puntuación en el Indicador de Gobernanza Mundial del Banco Mundial por debajo de la mediana 'BBB'. Además, proyecta un déficit del gobierno general que se ubicará en torno al 5.4% del PIB en 2024 y del 4% en 2025, lo cual representa un incremento significativo en comparación con años anteriores. La calificadora destaca que el presupuesto de 2024 contempla un déficit fiscal del sector público no financiero superior al 5% del PIB, alcanzando niveles que no se veían en más de tres décadas. Esta situación plantea un desafío para la administración entrante, que deberá hacer frente a un déficit considerable causado por el aumento del gasto social y los mayores costos de endeudamiento. En relación a Pemex, Fitch Ratings no espera cambios en el apoyo financiero del gobierno a la petrolera durante la administración de Claudia Sheinbaum. La agencia resalta la intención de mantener la posición dominante de Pemex en el mercado petrolero mexicano, lo que podría requerir transferencias federales continuas a menos que la empresa mejore su eficiencia operativa o reduzca su carga de deuda. En cuanto al crecimiento económico, se espera una desaceleración en el PIB real de México, pasando de 3.2% en 2023 a 2% en 2024 y 1.8% en 2025. A pesar de esta desaceleración, Fitch proyecta una recuperación de la actividad económica para el resto del año, tras un primer trimestre marcado por una economía más débil. En resumen, la confirmación de la calificación de riesgo crediticio de México por parte de Fitch Ratings con perspectiva estable refleja tanto fortalezas como debilidades en la economía del país. La incertidumbre en torno al impacto de las reformas propuestas por el gobierno actual, los desafíos fiscales y la necesidad de apoyo continuo a Pemex plantean retos importantes para la administración entrante, que deberá tomar decisiones estratégicas para mantener la estabilidad económica en un contexto global cambiante.