Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El mundo financiero ha sorprendido a propios y extraños al iniciar el segundo semestre del año con un estado de felicidad permanente en Wall Street, donde las acciones han subido un impresionante 150% desde el inicio de la pandemia, y no parece haber aún alcanzado su techo. Las Bolsas, especialmente las estadounidenses, se encuentran en máximos históricos, desafiando las tensiones geopolíticas, las subidas en los tipos de interés, la presión inflacionista y el moderado crecimiento económico mundial. ¿Podrán las acciones seguir ascendiendo en la segunda mitad del 2024? Los expertos consultados no se atreven a hacer predicciones definitivas, pues todo dependerá de la capacidad de las empresas para mantener sus beneficios. En el ámbito económico, las estrategias de inversión para el segundo semestre se verán influenciadas por la evolución de la inflación en las principales economías y las decisiones de los bancos centrales sobre el precio del dinero. Aunque se esperaba una rápida bajada de tipos tanto en Estados Unidos como en Europa, finalmente solo se ha producido un ligero recorte en la eurozona, mientras que la Reserva Federal de EE. UU. se mantiene en un 5.5%, pendiente de la evolución de los precios y la fortaleza de su economía. A pesar de las expectativas de una revalorización en el precio de los bonos a largo plazo a principios de año, esta tendencia no se ha materializado, y los bonos de los países desarrollados tienen ahora tipos más altos que a inicios del año. La incertidumbre política en Europa, especialmente tras las elecciones europeas y la convocatoria electoral en Francia, ha añadido un nuevo elemento de riesgo a los mercados financieros. La fortaleza de las Bolsas ha sido una de las grandes sorpresas del primer semestre del año, con subidas significativas tanto en Europa como en Estados Unidos, impulsadas en este último caso por el sector tecnológico y la inteligencia artificial. Sin embargo, los retos y amenazas del semestre que comienza incluyen las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la compleja situación geopolítica, marcada por conflictos como la guerra entre Israel y Hamás y la invasión rusa de Ucrania. Los expertos continúan apostando por la renta variable, especialmente en Estados Unidos y Europa, aunque algunos prefieren la eurozona por sus valoraciones más atractivas. El optimismo sobre las acciones se basa en la previsión de un aumento de los beneficios empresariales en lo que resta del año, con una economía estadounidense en desaceleración moderada y un crecimiento incipiente en Europa. En cuanto a los bonos a largo plazo, las previsiones siguen siendo inciertas, ya que las expectativas de una caída en las rentabilidades no se han cumplido, y los precios de la deuda pública han experimentado pérdidas. Los inversores conservadores se ven en un dilema ante la posibilidad de recortes menores y más lentos de los tipos de interés de los principales bancos centrales, lo que podría afectar los retornos. En el mercado de divisas, la caída del euro respecto al dólar y la posibilidad de una vuelta a la paridad entre ambas monedas han llamado la atención de los analistas, que ven un panorama más despejado tras las elecciones europeas. En cuanto al oro, se espera una posible revalorización hasta los 3,000 dólares la onza, impulsada por el interés financiero en el metal amarillo ante una posible bajada de tipos en EE. UU. En relación al barril de petróleo, su evolución será clave en los próximos meses, con fuerzas contrarias que afectarán su precio, desde los recortes de la OPEP y el dinamismo económico global, hasta una menor demanda por una posible desaceleración económica. A pesar de este escenario volátil, los expertos siguen buscando oportunidades de inversión en distintos activos, con un ojo puesto en la volatilidad del mercado y en los eventos geopolíticos que podrían influir en las decisiones financieras a lo largo del segundo semestre del año.