España recupera niveles de renta per cápita previos a la pandemia tras cuatro años de esfuerzos

Cuatro años después del inicio de la pandemia, España finalmente ha logrado recuperar los niveles de renta per cápita previos a la crisis de la covid-19, una señal alentadora de que la economía del país se está recuperando. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), este hito se alcanzó en el primer trimestre de 2024, a pesar de que la economía en su conjunto había recuperado los niveles anteriores a la pandemia mucho antes, en el tercer trimestre de 2022. El camino hacia la recuperación no ha sido fácil, con diversos desafíos que han afectado la economía española, como la crisis energética, los cuellos de botella en la cadena de suministro, el aumento de los precios, las subidas de tipos de interés y la desaceleración económica en Europa y en el sector industrial. A pesar de estos obstáculos, la economía ha logrado superarlos con crecimientos sólidos tanto en el PIB como en el empleo, gracias en parte al apoyo del Banco Central Europeo (BCE) que ha contribuido a mantener la estabilidad en los mercados financieros. Sin embargo, a pesar de la recuperación económica, la renta per cápita ha sido afectada por la inflación, lo que ha retrasado su avance en comparación con el crecimiento del PIB. Durante el periodo entre abril de 2023 y marzo de 2024, la renta per cápita fue apenas un 0,49% más alta que en 2019 una vez ajustada por la inflación, lo que significa que se han perdido cuatro años en términos de renta real. El crecimiento económico ha sido impulsado en gran medida por el aumento de la población, principalmente a través de flujos migratorios que han contribuido a un rápido crecimiento del empleo en sectores como el turismo y los servicios. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, la productividad ha sido pobre, lo que ha generado disparidades entre el crecimiento del PIB y la renta per cápita. A pesar del dinamismo de la economía, los salarios en España aún no han logrado recuperar por completo el poder adquisitivo perdido durante la pandemia y la crisis inflacionaria. Según datos recientes, el sueldo medio por asalariado sigue un 2,5% por debajo del periodo precovid una vez descontada la inflación, lo que refleja las dificultades que enfrentan los trabajadores a pesar del aumento de los salarios en sectores con escasez de mano de obra. El incremento de la inflación ha dificultado aún más la recuperación del poder adquisitivo, a pesar de que las rentas familiares han aumentado gracias a ayudas públicas como el ingreso mínimo vital, la revalorización de las pensiones y el fortalecimiento de los subsidios para desempleados mayores de 52 años. A pesar de estos esfuerzos, el estancamiento de las rentas ha llevado a un aumento significativo del ahorro en los hogares desde el inicio de la pandemia. El incremento de los impuestos sobre la renta y el patrimonio ha contribuido a financiar estas ayudas y a mitigar el impacto de la crisis en las rentas de los hogares. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el consumo per cápita se encuentra un 3,7% por debajo de los niveles de 2019 una vez ajustado por la inflación, lo que sugiere que la recuperación económica aún no se ha traducido plenamente en un mayor bienestar para los ciudadanos.