Escasez de combustible en Bolivia impacta a Perú: crisis económica y energética en la región

La escasez de combustible y la crisis de dólares que enfrenta Bolivia están generando impactos que van más allá de sus fronteras, afectando también a países vecinos como Perú. La situación actual en Bolivia representa un duro golpe para su economía, que ha dependido en gran medida de la industria del gas desde su nacionalización en 2006 durante el gobierno de Evo Morales. Sin embargo, la falta de inversiones en exploración ha debilitado este motor económico, provocando una caída del 50% en las exportaciones de gas desde su pico en 2013. El gobierno boliviano se ha visto obligado a utilizar sus reservas en dólares para mantener los subsidios al combustible importado a precios internacionales, lo que ha llevado a una drástica disminución de estas reservas en los últimos años. Ante la creciente escasez de divisas, se han tomado medidas como el envío de militares a estaciones de servicio para evitar el contrabando de combustible hacia países como Perú y Argentina. Álvaro Ríos, analista energético e hidrocarburífero, ha señalado que Bolivia ha tomado caminos equivocados al subir los impuestos, tornarse estatista y mantener subsidios a largo plazo. Estas decisiones han contribuido a la crisis económica y energética que atraviesa el país, que ahora se encuentra en la necesidad de importar gran parte de su combustible, lo que requiere una gran cantidad de dólares. La situación en Bolivia también preocupa a Perú, especialmente en la región de Puno, donde la escasez de combustible podría llevar a un aumento en los precios y dificultar el acceso a este recurso básico para los ciudadanos. Carlos Herrera Descalzi, exministro de Energía y Minas de Perú, ha advertido sobre la posibilidad de que en el futuro el país también pueda enfrentar problemas con el suministro de gas, teniendo que recurrir a la importación. Ante la crisis en Bolivia, la posibilidad de que Perú exporte combustible al vecino país se ve complicada debido a los altos costos de transporte por tierra. Herrera Descalzi sugiere que una alternativa para Bolivia podría ser importar gas desde Argentina, que está desarrollando el yacimiento de Vaca Muerta y podría disponer de gas en los próximos años para satisfacer su demanda interna y potencialmente exportar. En conclusión, la crisis de combustible y dólares en Bolivia está teniendo efectos significativos no solo a nivel nacional, sino también en países vecinos como Perú. Esta situación pone de manifiesto la importancia de políticas económicas y energéticas sostenibles a largo plazo para evitar crisis como la que actualmente enfrenta Bolivia. La colaboración regional y la búsqueda de soluciones conjuntas podrían ser clave para mitigar los impactos de esta crisis en la región.