Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Rogelio Ramírez de la O, reconocido economista egresado de Harvard, se mantendrá al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) durante el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum en octubre, generando tranquilidad entre inversionistas y mercados. Esta decisión ha sido vista con buenos ojos por expertos y analistas, quienes destacan la importancia de la continuidad en la política fiscal mexicana para garantizar estabilidad y evitar cambios abruptos que puedan afectar la economía del país. Con la llegada de un nuevo sexenio, se vislumbra un panorama económico más favorable, marcado por la necesidad de hacer más eficiente el gasto público, reducir el déficit presupuestario, aumentar los ingresos tributarios sin recurrir a una reforma fiscal y encontrar la forma de seguir apoyando a Pemex sin comprometer las finanzas públicas. Estos desafíos serán clave para el desempeño de Ramírez de la O al frente de la SHCP. La entrega del paquete económico 2025 se perfila como la primera gran prueba para el nuevo titular de Hacienda, donde deberá trazar estrategias para reducir el déficit, controlar la deuda pública, incrementar los ingresos y brindar apoyo a Pemex sin que sea la dependencia encargada de salvar sus finanzas. Este escenario plantea la necesidad de una gestión financiera eficiente y responsable. Uno de los principales desafíos será la reducción del déficit, considerando que en la gestión anterior no se implementó una reforma fiscal que aumentara los impuestos. Mantener un déficit bajo control y evitar un incremento significativo en la deuda pública se vuelve esencial para garantizar la estabilidad económica del país y preservar la calificación crediticia internacional. En cuanto a la generación de ingresos, se buscará disminuir la brecha entre los ingresos y gastos públicos, sin recurrir a una reforma fiscal, sino apostando por la digitalización de procesos en el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Esta estrategia busca optimizar la recaudación sin afectar a la población con nuevos impuestos. Otro reto importante será determinar cómo apoyar a Pemex y concretar las inversiones en proyectos de infraestructura clave para el desarrollo del país. Se espera que se mantenga la estabilidad en la política de gasto y presupuesto, con el objetivo de contener los riesgos financieros y culminar proyectos pendientes sin comprometer la salud fiscal de la nación. Si bien el cambio en el modelo de negocio de Pemex no es responsabilidad directa de la SHCP, será fundamental definir los apoyos que se le proporcionarán y bajo qué condiciones. Es necesario establecer acuerdos claros y transparentes para garantizar la sostenibilidad de la petrolera y evitar presiones adicionales sobre las finanzas públicas. En el próximo paquete económico se espera encontrar respuestas concretas a la situación del histórico déficit fiscal, lo que podría implicar recortes en gastos y la culminación de proyectos de infraestructura de gran envergadura. Esta medida contribuirá a la reducción del déficit y a la búsqueda de una mayor estabilidad financiera en el país, en línea con los objetivos trazados por la nueva administración.