Bolivia en crisis: intento de golpe de Estado desata incertidumbre interna y externa

Bolivia en crisis: intento de golpe de Estado desata incertidumbre interna y externa

Intento de golpe en Bolivia desata preocupación internacional. Detenciones y tensiones políticas en medio de crisis. Estabilidad en juego en próximo proceso electoral.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Política

Bolivia vivió recientemente uno de sus momentos más críticos en su historia reciente con el fallido intento de golpe de Estado que tuvo lugar el pasado miércoles 26 de junio. La incertidumbre se apoderó del país cuando un grupo de militares armados irrumpió en la plaza Murillo y derribó la puerta de la Casa Grande del Pueblo en La Paz. Este hecho provocó la detención de al menos 17 personas, según informaron las autoridades bolivianas. La comunidad internacional no tardó en reaccionar ante este intento de ruptura del orden constitucional y democrático en Bolivia, condenando enérgicamente la acción que puso al país sudamericano en el centro de la atención mundial. Ante este escenario, varios analistas han evaluado el impacto que este suceso podría tener en las relaciones bilaterales y comerciales, en particular con países vecinos como el Perú. El politólogo José Carlos Requena destacó la importancia de este tipo de acontecimientos para países limítrofes como el Perú, debido a las actividades económicas compartidas. Sin embargo, consideró que, a pesar de la gravedad de la situación en Bolivia, el comercio en la zona fronteriza no se vería significativamente afectado, al igual que las relaciones diplomáticas, que ya han experimentado distanciamientos en el pasado. Por su parte, el internacionalista Miguel Rodríguez Mackay señaló que la inestabilidad política en Bolivia inevitablemente repercute en las relaciones exteriores, evidenciando la necesidad de que el país hermano logre una madurez política que garantice la estabilidad a nivel interno y externo. El contexto político y económico boliviano ha sido objeto de críticas y análisis en los últimos meses, con divisiones internas en el Movimiento Al Socialismo (MAS), conflictos entre el presidente Luis Arce y Evo Morales, caída de las reservas internacionales y escasez de dólares. Rodríguez Mackay atribuyó parte de esta situación a la falta de renovación democrática y al peso de la polarización política en el país. Requena, por su parte, destacó que Bolivia está enfrentando las consecuencias de un pasado político marcado por decisiones populistas en materia económica, lo que ha generado complicaciones que ahora salen a la luz con mayor fuerza. Con elecciones en el horizonte para el próximo año en Bolivia, la tensión política se intensifica, con figuras como el empresario Samuel Doria Medina anunciando sus intenciones presidenciales y las disputas internas en el MAS. Se especula sobre posibles acercamientos entre las facciones de Evo Morales y Luis Arce, así como la posibilidad de surgimiento de un candidato outsider de centro o derecha. El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, informó sobre la detención de 17 personas, en su mayoría militares, acusadas de instigar el intento de golpe de Estado. El presidente Luis Arce destituyó al comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, quien lideró el movimiento militar, por amenazar con arrestar a Evo Morales. Zúñiga, por su parte, alega que actuó siguiendo órdenes del presidente, lo cual ha sido negado categóricamente. En medio de este panorama de incertidumbre y tensiones, Bolivia se encuentra en un punto crítico en su historia reciente, donde la estabilidad política y económica del país se ve amenazada. El desafío para las autoridades bolivianas será restaurar la confianza y garantizar un proceso electoral transparente y democrático que permita al país avanzar hacia un futuro más próspero y estable.

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