Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
San Marino, la diminuta república enclavada en el corazón de Italia, es un caso singular en el panorama político mundial. Con poco más de 30.000 habitantes distribuidos en sus 61 kilómetros cuadrados, este pequeño país se destaca por ser la única nación que tiene dos jefes de Estado, conocidos como "capitanes regentes", quienes comparten el cargo más alto del país y sus responsabilidades. Esta peculiaridad política, que data al menos del año 1243, es parte de la rica historia y tradiciones de San Marino, la república más antigua del mundo. La elección de dos jefes de Estado en San Marino se remonta a la República Romana, inspirada en la figura de los cónsules que controlaban mutuamente el poder. Según la profesora Valentina Rossi, experta en Historia de la Universidad de San Marino, esta estructura de gobierno era crucial en comunidades pequeñas para evitar la concentración excesiva de poder. En un país donde la familiaridad entre los ciudadanos es común, la rotación cada seis meses de los capitanes regentes garantiza un equilibrio y evita la acumulación de autoridad en una sola persona. A lo largo de los siglos, San Marino ha mantenido esta dualidad en la máxima autoridad del país, renovando a sus capitanes regentes cada semestre. Aunque algunos puedan cuestionar la brevedad de este mandato, que puede parecer insuficiente para implementar cambios significativos, para los sanmarinenses esta tradición es parte de su identidad y patrimonio cultural. El Parlamento de San Marino, el "Consiglio Grande e Generale", es el encargado de elegir a los capitanes regentes, quienes representan a los partidos mayoritarios en el legislativo. Hasta 1945, la elección de los capitanes regentes se realizaba mediante un sorteo, lo que garantizaba una representación más diversa en la máxima autoridad del país. Sin embargo, con la reforma de ese año, la elección pasó a ser por votación, limitando la elección de los capitanes regentes a los partidos mayoritarios. Esta modificación también redefinió las funciones de los capitanes regentes, otorgándoles un papel más simbólico y de representación exterior, mientras que el poder ejecutivo quedó en manos de los secretarios de Estado. La presencia de mujeres en el cargo de capitana regente es un hito más reciente en la historia de San Marino. A pesar de que el voto pasivo se instituyó en 1964, las mujeres no pudieron ser elegidas como capitanas regentes hasta 1974. La primera capitana regente fue elegida en 1981, marcando un paso importante hacia la igualdad de género en la política sanmarinense. Sin embargo, hasta la fecha, nunca ha habido dos mujeres capitanas regentes al mismo tiempo, un objetivo que la sociedad sanmarinense aspira a lograr en futuras renovaciones. A nivel internacional, los capitanes regentes de San Marino representan al país en organizaciones como la ONU, aunque a veces enfrentan desafíos logísticos debido a que solo cuentan con un asiento en reuniones internacionales. Esta dualidad en la representación externa de San Marino refleja la singularidad de su sistema político y la proyección de su identidad como nación independiente y longeva. Con su historia milenaria y sus peculiares tradiciones políticas, San Marino continúa siendo un ejemplo de resiliencia y adaptabilidad en un mundo en constante cambio.