Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Haití, un país que ha sido golpeado repetidamente por la violencia y la inestabilidad política, se encuentra hoy en una situación crítica que ha llevado a la necesidad de ayuda internacional. Este martes 25 de enero, un contingente de 400 policías provenientes de Kenia llegó a Puerto Príncipe como parte de una misión internacional para colaborar en el restablecimiento del orden en la nación caribeña. La presencia de estos efectivos kenianos responde a una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, emitida en octubre del año pasado, en un esfuerzo por frenar la creciente ola de delincuencia dirigida por grupos armados disfrazados de pandillas que azota a Haití. La llegada de los policías kenianos marca un hito en la historia de la solidaridad mundial, según indicó el presidente de Kenia, William Ruto, enfatizando la urgencia y la importancia de esta misión para apoyar a Haití en medio de una situación de violencia e inseguridad que paraliza la vida cotidiana de sus habitantes. Otros países como Bangladesh, Benín, Chad, Bahamas y Barbados también se han comprometido a participar en esta misión de seguridad que busca brindar apoyo a la nación caribeña en crisis. Haití se enfrenta a desafíos monumentales, como reconoció el nuevo primer ministro, Garry Conille, al asumir su cargo. La violencia, la inseguridad, la crisis humanitaria y la inestabilidad política son solo algunas de las crisis que aquejan al país más pobre de América. Ante esta situación, la llegada de ayuda desde África, especialmente desde Kenia, ha generado interrogantes sobre los motivos que llevan a un país ubicado en el este del continente africano a brindar apoyo a una nación del Caribe que se encuentra a miles de kilómetros de distancia. Fausto Carbajal, fundador asociado de Delphi Solutions, destaca que la participación de Kenia en esta misión de ayuda a Haití responde a una proyección internacional por parte del gobierno keniano, buscando fortalecer sus lazos y su presencia en el escenario global. Asimismo, señala que esta colaboración también se enmarca en una alianza estratégica con Estados Unidos, que ha respaldado la misión de seguridad en Haití y ha instado a otros países a sumarse a este esfuerzo conjunto para garantizar la estabilidad y la seguridad en la nación caribeña. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha celebrado la llegada del contingente de policías kenianos a Haití y ha instado a más naciones a unirse a esta iniciativa de apoyo. Países como España, Reino Unido, Benín, Canadá, Francia, Alemania y Turquía también se han comprometido a brindar asistencia en esta misión de seguridad, con Estados Unidos aportando un significativo financiamiento para equipamiento y apoyo logístico. La situación en Haití va más allá del pandillaje, como señala Carbajal, siendo este solo la punta del iceberg de una crisis más profunda que incluye la falta de legitimidad en la clase política del país y las constantes manifestaciones en su contra. En medio de la lucha contra los grupos armados en Haití, se ha conocido la condena de Joly Germine, líder de la pandilla 400 Mawozo, a 35 años de prisión en Estados Unidos por contrabando de armas y lavado de dinero. Esta condena pone de manifiesto la complejidad de la situación en Haití y la necesidad de abordar no solo la violencia de las pandillas, sino también la corrupción y la impunidad que han permeado la sociedad haitiana. Germine, apodado "El Rey", dirigía operaciones de contrabando de armas desde una prisión en Haití, revelando la magnitud de la crisis de seguridad en el país. La condena de Germine y otros implicados en el contrabando de armas refleja la conexión entre la violencia en Haití y su impacto en otros países, como Estados Unidos, donde ciudadanos han sido secuestrados por pandillas haitianas. El comercio ilegal de armas y la colaboración transnacional en actividades delictivas evidencian la complejidad de los desafíos que enfrenta Haití y la necesidad de una respuesta coordinada a nivel internacional para abordar esta crisis multidimensional que afecta a la población haitiana. Ante el incremento de la violencia de las pandillas en Haití, el número de desplazados en el país ha aumentado un 60% en los últimos tres meses, según datos de Naciones Unidas. La presencia de grupos armados que controlan gran parte de la capital haitiana ha sumido a la población en un estado de temor y vulnerabilidad, exigiendo una respuesta urgente y efectiva por parte de la comunidad internacional para proteger a los ciudadanos haitianos y restaurar la paz y la seguridad en el país más golpeado por la violencia en América.