Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En nuestra comunidad política actual, una preocupación latente es la proliferación de discursos extremistas tanto en la derecha como en la izquierda, caracterizados por visiones que podríamos catalogar como "paranoicas". Estos discursos, basados en la percepción de un peligro radical inminente, descalifican a los adversarios y los convierten en enemigos, lo cual dificulta el diálogo y la convivencia democrática. En círculos de la derecha, ha surgido la idea de una supuesta amenaza de países extranjeros y gobiernos de izquierda que buscarían imponer una "dictadura" bajo la ideología comunista. Se habla también de instituciones globales que promoverían agendas progresistas en detrimento de la soberanía nacional, así como la presencia de organizaciones terroristas infiltradas en diferentes sectores de la sociedad con el objetivo de tomar el poder. Estos argumentos abogan por una "cruzada" para expulsar a estos supuestos enemigos de los espacios de poder. Resulta llamativo que estos diagnósticos ganen fuerza en un momento en el que la influencia de gobiernos e ideas de izquierda está en declive en la región. Mientras que en el pasado se podía argumentar a favor de políticas intervencionistas impulsadas por gobiernos de izquierda, actualmente países como Venezuela, Cuba y Bolivia enfrentan crisis internas y cuestionamientos a sus liderazgos. Es paradójico que ahora sea la derecha la que adopte un discurso antiglobalizador y crítico hacia organismos internacionales. Es importante recordar que en el pasado, la derecha solía reivindicar la derrota del terrorismo y el papel de las fuerzas del orden en la lucha contra el senderismo. Sin embargo, hoy en día se habla de la amenaza de la izquierda a pesar de que proyectos políticos como Fuerza Social, el Frente Amplio o Perú Libre han fracasado y sus liderazgos están desacreditados. ¿Cómo podrían tener la influencia y poder que se les atribuye en este contexto? Una preocupación real radica en el fuerte sentimiento de rechazo hacia un "sistema" percibido como excluyente y discriminador, que además estigmatiza a sectores marginales de la sociedad. El discurso paranoico de algunos sectores de derecha alimenta este sentimiento y lo hace viable, en última instancia contribuyendo a la polarización y la falta de entendimiento entre diferentes grupos sociales. Es necesario reflexionar sobre el impacto de estos discursos extremistas en nuestra sociedad y en el funcionamiento de nuestra democracia. La promoción del miedo, la desconfianza y la agresión hacia quienes piensan diferente solo contribuye a profundizar las divisiones y dificultar la construcción de consensos y soluciones comunes. En el próximo artículo continuaremos analizando este tema tan relevante para nuestra realidad política actual.