Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El Instituto Peruano de Economía (IPE) ha elevado su proyección de crecimiento económico para el Perú de 2.4% a 3% para este año, en medio de un panorama más favorable para el gasto privado. Esta actualización se basa en diversas razones que apuntan hacia un escenario de mayor dinamismo en la economía nacional en los próximos años. Según el IPE, las perspectivas de crecimiento económico hasta el 2024 han mejorado significativamente, impulsadas por condiciones externas más favorables, entre las que destacan el repunte de los precios de los minerales. Asimismo, se ha señalado la continua moderación de las presiones inflacionarias y una mayor confianza tanto de hogares como de empresas, factores que han contribuido a este ajuste al alza en las proyecciones. En el primer trimestre de este año, la economía peruana mostró signos alentadores al registrar un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 1.4%, con un destacado avance del 5.3% en la producción nacional. Este crecimiento fue impulsado por factores como las mejores condiciones climáticas en la agricultura y la pesca, así como por el avance de sectores vinculados a la demanda interna, como la manufactura, la construcción, el comercio y los servicios. El informe del IPE destaca que el crecimiento económico continuó en mayo, respaldado por sectores como la agricultura y la pesca, que se recuperan de los impactos negativos sufridos el año anterior debido a factores climáticos adversos. Se proyecta que estos sectores seguirán mostrando un desempeño positivo en lo que resta del año, contribuyendo a mantener el impulso favorable en la economía. En cuanto a las perspectivas para el gasto privado, el IPE señala que gran parte del aumento en la proyección de crecimiento para este año se explica por las mejores condiciones que se vislumbran en este ámbito. Se espera que los hogares experimenten fuentes extraordinarias de liquidez a partir del tercer trimestre, gracias a la liberación de fondos de las AFP y la Compensación por Tiempo de Servicio (CTS), lo que impulsaría el consumo y la inversión. Para el año 2025, el IPE mantiene su proyección de crecimiento en 2.8%, con un entorno de menores tasas de interés y una moderación continua de las presiones inflacionarias. No obstante, se advierte sobre posibles riesgos en el gasto privado, especialmente por tratarse de un año preelectoral, lo que podría generar incertidumbre entre los consumidores y afectar el dinamismo económico. En resumen, las perspectivas económicas para el Perú se presentan más alentadoras de lo previsto, con un aumento en la proyección de crecimiento impulsado por factores como la mejora en el entorno para el gasto privado, el repunte de los precios de los minerales y la confianza de hogares y empresas. A pesar de los riesgos identificados, se espera un desempeño positivo en los próximos años, lo que podría sentar las bases para un crecimiento sostenido y estable en la economía peruana.