Gran Bretaña se resiste al giro a la derecha de la UE

Gran Bretaña se resiste al giro a la derecha de la UE El escenario político en Gran Bretaña se encuentra en plena efervescencia, con las elecciones del 4 de julio en el horizonte, mientras el país se prepara para decidir el rumbo de su gobierno en medio de un contexto europeo convulso. La nación británica, con una tradición democrática arraigada, se enfrenta a la disyuntiva de ratificar al Partido Conservador, que ha gobernado de forma centrista durante 14 años, o apostar por un cambio hacia el Partido Laborista, que busca convencer a los votantes con una postura más moderada de centroizquierda. El filósofo Montesquieu, en el siglo XVIII, elogiaba el sistema político británico por su respeto al imperio de la ley, considerando que este impedía abusos de autoridad por parte de individuos o grupos. En este contexto, las elecciones venideras pondrán a prueba la preferencia británica por un gobierno pragmático basado en leyes sólidas sobre la demagogia. Mientras tanto, a nivel continental, el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio ha sacudido los cimientos políticos, aumentando la presencia de populistas de extrema derecha que desafían el status quo de la Unión Europea. En contraste con el clima extremista que se percibe en otros países europeos, como Francia y Alemania, Gran Bretaña parece mantener una postura más moderada y centrada. Los líderes políticos en la contienda, como Rishi Sunak y Keir Starmer, carecen del carisma de figuras populistas, lo que marca una diferencia notable con la tendencia autoritaria y populista que crece en ciertas naciones del continente. A pesar de la presencia de figuras marginales como Nigel Farage, la política británica parece inclinarse por mantener su tradición de centrismo y pragmatismo. En el marco interno, el desgaste del gobierno conservador ha dejado una brecha que el Partido Laborista busca aprovechar, presentándose como una alternativa viable para los votantes desencantados con la gestión económica y social de los conservadores. Las encuestas reflejan una ventaja del Partido Laborista sobre sus contrincantes y el posible escenario de una derrota significativa para los conservadores en las urnas. El contexto europeo, marcado por un auge de movimientos populistas de extrema derecha, plantea un desafío a la estabilidad política y democrática en el continente. La figura de Macron en Francia y la ascensión de partidos nacionalistas en Alemania son señales de un cambio de paradigma que pone en entredicho la fortaleza de la democracia representativa. Mientras la UE enfrenta este desafío, Gran Bretaña parece mantener una postura más estable y moderada, aunque sin estar exenta de posibles cambios en su panorama político. La democracia británica, con su sistema de partidos consolidado, enfrenta la prueba de adaptarse a las demandas de una ciudadanía cada vez más exigente y diversa. La vigilancia constante y la defensa de los principios democráticos son fundamentales para preservar la estabilidad y el equilibrio en un contexto de cambios y tensiones políticas a nivel europeo. La lección de Montesquieu sobre el imperio de la ley y la cohesión social como pilares de un gobierno justo y equitativo resuena en la actualidad, recordando la importancia de mantener una senda de moderación y respeto institucional en tiempos de incertidumbre y polarización política.