Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El Banco de España mejora la previsión de crecimiento para este año hasta el 2,3%. Esta noticia ha sido recibida con optimismo en el ámbito económico español, ya que supone una mejora significativa respecto a las estimaciones anteriores y refleja la fortaleza que está mostrando la economía del país, en gran parte impulsada por el sector turístico. La bonanza del turismo, el buen tono del empleo y los indicadores adelantados de actividad de las empresas han sido los principales factores que han llevado al Banco de España a revisar al alza sus proyecciones. El sector turístico ha experimentado un fuerte impulso, especialmente durante el primer trimestre del año, con un avance del 0,7% en el PIB y un crecimiento del 19% en las ventas turísticas trimestrales. Esta tendencia se ha visto favorecida por una Semana Santa excepcional y un aumento en la afluencia de turistas, así como un gasto medio más elevado. Sin embargo, el Banco de España advierte que este impulso podría ser transitorio debido a la volatilidad que suele caracterizar a este sector. Para el próximo trimestre, se espera que el crecimiento se mantenga en torno al 0,5% trimestral, aunque con cierta incertidumbre debido a la evolución de la pandemia y otros factores externos. A partir del segundo trimestre, las tasas de crecimiento tenderán a moderarse gradualmente, convergiendo hacia ritmos más sostenibles para la economía española. Se proyecta un crecimiento del 1,9% en 2025 y del 1,7% en 2026, aunque estas cifras podrían variar en función de la evolución de la situación internacional y de las políticas fiscales. Uno de los aspectos que genera preocupación es el cumplimiento de las nuevas reglas fiscales europeas, que obligarán a un plan de ajuste a varios años para reducir el déficit público. El Banco de España advierte que el desfase de las cuentas públicas se mantendrá por encima del 3% del PIB en los próximos años, lo que podría afectar al crecimiento económico. Se hace hincapié en la importancia de implementar un plan fiscal que permita reducir el agujero presupuestario y garantizar la estabilidad económica a largo plazo. En cuanto a la inflación, se espera que se mantenga en niveles algo más altos de lo previsto, con un promedio anual del 3% para este año. Este aumento se debe a diversos factores, como la reversión de medidas para combatir el shock de precios en la energía y los alimentos, el repunte del precio del petróleo y la persistencia de la inflación en los servicios, especialmente en el sector turístico y de hostelería. Se prevé una moderación en la inflación para el próximo año, alcanzando un 2%, en línea con los objetivos del BCE. En cuanto al mercado laboral, el Banco de España señala que la tasa de desempleo no descenderá del 11% hasta 2026. A pesar del intenso ritmo de creación de empleo, se espera una moderación en los próximos años debido a la llegada de inmigrantes que mantendrán estable el porcentaje de desempleados. Se prevé una ligera recuperación de la productividad, aunque se reconoce que seguirá siendo débil en los próximos años. En el ámbito empresarial, se destaca que el empleo se ha creado principalmente en empresas grandes en lugar de en pequeñas y jóvenes. Las empresas muestran cierto grado de incertidumbre y obstáculos regulatorios como principales barreras para invertir, y solo una minoría ha solicitado fondos europeos para impulsar sus inversiones. Se alerta sobre los riesgos geopolíticos y financieros que podrían afectar a la economía española en los próximos años. En resumen, las proyecciones económicas del Banco de España reflejan una mejora en el crecimiento y una cierta estabilidad en el mercado laboral. Sin embargo, existen desafíos tanto a nivel interno como externo que podrían influir en la evolución de la economía española en los próximos años. Es fundamental mantener un equilibrio entre las políticas fiscales, la inversión empresarial y la estabilidad financiera para garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo.