Las elecciones presidenciales en Estados Unidos: Biden vs. Trump y sus propuestas económicas

Se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos y todo indica que los americanos tendrán que volver a decidir entre Joe Biden y Donald Trump. Esta contienda electoral se presenta como un enfrentamiento singular, dado que pocas veces se ha visto a un presidente en activo disputar el cargo contra un ex presidente. Es un escenario que, a lo largo de la historia, ha resultado en una alta probabilidad de reelección para el mandatario en funciones, siendo Grover Cleveland en 1892 el único expresidente que logró retomar la Casa Blanca. Sin embargo, las elecciones del 5 de noviembre presentan notables diferencias con respecto a las de hace cuatro años. En primer lugar, la economía estadounidense se encuentra en un estado de crecimiento acelerado, un ritmo que resultaba inimaginable en medio de la crisis provocada por la pandemia en 2020. Este crecimiento económico ha sido impulsado, en parte, por el continuo aumento de la deuda pública, la cual se sitúa en alrededor de 34 billones de dólares, con un costo en intereses de aproximadamente 650.000 millones. La gestión de esta deuda y las medidas fiscales que se adopten al respecto serán cruciales para el futuro económico del país. Tanto Biden como Trump tienen visiones y propuestas divergentes en cuanto a la política fiscal y la regulación, lo que impactará directamente en la dirección que tome la economía de Estados Unidos en los próximos años. Uno de los legados más significativos de la administración Trump fue la reducción de impuestos tanto para individuos como para empresas, junto con la nominación de jueces conservadores en la Corte Suprema. La posibilidad de una segunda administración Trump plantea la perspectiva de hacer permanentes estos recortes fiscales, mientras que Biden propone revertir parte de ellos y aumentar los impuestos a las rentas altas y a las corporaciones, así como a las recompras de acciones en el mercado bursátil. En cuanto a la política comercial, Trump ha manifestado su intención de aumentar las tarifas a China y a las importaciones de otros países, con el objetivo de proteger los empleos en Estados Unidos y fortalecer el sector manufacturero. Por su parte, Biden ha buscado mantener la tecnología estadounidense fuera del alcance de China mediante sanciones y controles en las exportaciones. La Reserva Federal ha desempeñado un papel fundamental en la gestión de la economía, reconociendo tardíamente la presión inflacionaria en 2021 y aplicando incrementos graduales en las tasas de interés para enfriar los precios sin caer en una recesión. La continuidad de Jerome Powell al frente de la Fed se perfila como un factor clave en la lucha contra la inflación, que aún presenta desafíos según los últimos datos del IPC. En el ámbito energético, Estados Unidos ha registrado récords de producción de petróleo y gas, y en un eventual segundo mandato de Trump se esperaría un mayor crecimiento en este sector. Su postura negacionista frente al cambio climático podría traducirse en una desregulación de las energías renovables instauradas por la administración Biden, lo que generaría repercusiones tanto ambientales como económicas. En el terreno de las finanzas, la reacción de los mercados ante las elecciones es un factor determinante. Una victoria de Trump podría impulsar nuevamente la Bolsa, respaldada por expectativas de recortes fiscales y políticas favorables a las empresas. Por su parte, Biden se ha enfocado en apoyar a las clases medias y modestas, aunque la evolución positiva de la Bolsa desde su llegada al cargo sugiere una estabilidad financiera que ha beneficiado a diversos sectores económicos. En definitiva, la elección entre Biden y Trump representa un escenario donde los votantes deben sopesar propuestas económicas y fiscales divergentes, así como considerar el impacto de cada candidato en la estabilidad financiera y el crecimiento económico del país. La certeza de saber qué esperar de los contendientes, en contraste con la incertidumbre que rodeó la elección de Trump hace cuatro años, brinda a los ciudadanos la oportunidad de tomar una decisión informada sobre el futuro de Estados Unidos en un complejo panorama global.