El Istmo de Tehuantepec: mujeres poderosas desde hace siglos

El Istmo de Tehuantepec: mujeres poderosas desde hace siglos

El Istmo de Tehuantepec: mujeres empoderadas desde siglos, luchadoras, independientes. A pesar de desafíos, lideran en comercio y política con determinación.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Política

El Istmo de Tehuantepec, una región en México donde las mujeres han tenido poder durante siglos En el Istmo de Tehuantepec, la región interoceánica más angosta de México, se respira un ambiente especial cuando se habla de las mujeres locales. Son descritas como fuertes, luchadoras, aguerridas, independientes y empoderadas desde hace siglos, características que han llamado la atención de investigadores y viajeros que se han sentido fascinados por la singularidad de estas mujeres. A pocos días de unas elecciones en las que dos mujeres candidatas figuran como las favoritas por primera vez en la historia del país, en el Istmo no se asume como un evento revolucionario. Aquí, las mujeres han estado empoderadas desde pequeñas, dominando el mercado, el comercio, las ventas y participando activamente en la toma de decisiones familiares junto a los hombres. Durante siglos, en contraste con otros grupos étnicos en México, las mujeres en el Istmo han ostentado un poder y un peso político que ha sido valorado de forma inusual en un país marcado por la cultura del "macho". Sin embargo, en los últimos años, México ha dado pasos significativos hacia una mayor paridad de género en la política y la vida pública. El Istmo de Tehuantepec es una región rica en recursos naturales y estratégicamente ubicada, lo que la convierte en un punto clave para el comercio y el intercambio cultural. Aquí conviven diversas etnias, siendo los zapotecas los más influyentes. A lo largo de su historia, las mujeres zapotecas han sido fundamentales en rebeliones indígenas contra el poder colonial español desde el siglo XVII. Aunque algunas narrativas han construido el mito de un matriarcado en el Istmo, expertos y locales coinciden en que esta visión romantizada ignora realidades como la violencia de género y la desigualdad que aún persisten. Es importante reconocer que, si bien las mujeres en el Istmo son valoradas y empoderadas, queda mucho por hacer en términos de garantizar sus derechos y erradicar la violencia machista. En Juchitán de Zaragoza, conocida como "la ciudad de las mujeres" en el Istmo, se puede apreciar el protagonismo femenino en su máxima expresión. En el mercado de la ciudad, las mujeres ocupan cada puesto de venta, gestionando sus negocios y contribuyendo de manera significativa a la economía familiar. Muchas de ellas se convierten en jefas de familia y realizan 'dobles jornadas' para sostener a sus hogares. La historia de las mujeres zapotecas es una historia de resistencia y empoderamiento. Desde las guerras civiles hasta los movimientos políticos de los años 70, las tehuanas han jugado un papel crucial en la lucha por sus derechos y su participación en la vida pública. A pesar de los avances, la violencia contra la mujer sigue siendo un problema grave en la región y en todo México. A medida que se acercan las elecciones, varias mujeres istmeñas compiten por puestos de liderazgo en diferentes ámbitos, demostrando que la paridad de género es una realidad en esta región desde hace décadas. Aunque el feminismo ha cobrado fuerza en todo el mundo, en el Istmo se considera una práctica innata, un valor de comunalidad que ha guiado a las mujeres zapotecas en su lucha por la igualdad. En Juchitán, la celebración y el orgullo femenino son palpables, pero también se vislumbran los desafíos que aún persisten en materia de equidad de género. Las mujeres del Istmo no cesarán en su lucha por sus derechos y su empoderamiento, demostrando que la fuerza, valentía y determinación están arraigadas en su identidad cultural. La incógnita sobre cuánto tiempo tomará erradicar los machismos y desigualdades persiste, pero la certeza de que las mujeres del Istmo seguirán luchando es innegable.

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